Desde hace medio siglo, con la irrupción de marcas como Toyota y Honda, Asia ha sido un fuerte competidor en la industria automotriz mundial, que comenzó con Japón y fue seguida por Corea del Sur. Aunque sin duda el gran desafío para Europa y Estados Unidos son las marcas chinas, especialmente en el mercado de coches híbridos y eléctricos. Hasta hace pocos años, marcas como Great Wall, Omoda, MG o BYD, eran prácticamente desconocidas fuera de China, y ahora se han sumado a otras marcas de ese país, como Lynk & Co, Jaeco o WGM, para cambiar el panorama del mercado europeo.
BYD construye su sueño, en Europa
Sin duda, la marca china más poderosa en cuanto a modelos híbridos y eléctricos es BYD (Build Your Dreams), que lleva ya cuatro trimestres consecutivos superando en ventas a Tesla en todo el mundo, y eso a pesar de que en septiembre tuvo un descenso en sus ventas, que este año ronda los 390.000 VE. Pero la lucha de BYD no es solo por superar a la empresa de Elon Musk; va mucho más allá, y en esa línea va un reciente anuncio de la empresa china, como es el de construir coches en Europa, para competir con las marcas europeas sin verse limitada por las políticas de aranceles.
“Nos estamos preparando para ser más europeos en la producción”, declaró Stella Li, vicepresidenta de BYD, durante el Salón del Automóvil de Múnich, y a propósito de la construcción de la planta de BYD en el continente, específicamente en Hungría. De esta manera, la principal pesadilla de las marcas europeas, sobre todo en el campo de los coches eléctricos e híbridos, se instala dentro de casa. Ante la pregunta de cuánto tiempo podrían tardar en dominar el mercado europeo, Li no dudó en asegurar que lo harán en dos o tres años.
Una marca en expansión
En 2024, BYD vendió 4,2 millones de automóviles y mejoró su presencia en el mundo, aunque sufrió un descenso en sus ventas en China. Para no afectar sus ventas en su principal mercado y hacer crecer las ventas en el resto del mundo, BYD se ha propuesto construir plantas en Brasil, Pakistán, Tailandia, México (momentáneamente postergada) y Hungría.
En el caso de Europa, además de la fábrica en camino, BYD va a desembarcar en el continente tres o cuatro híbridos, coches enchufables que van a rivalizar con los modelos europeos. “Dentro de uno o dos años nuestros híbridos enchufables dominarán las ventas en Europa”, vaticinó Li. BYD, que hasta ahora era una referencia en coches económicos, también ha abordado los automóviles de gama media, con los eléctricos y los enchufables. Ahora piensa incursionar en Europa, a partir del 2027, en el segmento de los coches de lujo, con la llegada de su marca Yangwang.
¿Por qué BYD es una amenaza para la industria automovilística europea?
Un investigador del mercado automotor chino, Michael Dunne, hablando en general lo resume bastante bien:
“Tienen escala, fabrican sus propias baterías –entre las mejores del mundo–, son económicos, innovan constantemente y sus diseños cada vez gustan más. Sus modelos cubren desde los 10.000 hasta los 230.000 dólares. Lo tienen todo. Y eso asusta. Asusta mucho”.
BYD es un ejemplo perfecto de todo lo que menciona Dunne: comenzaron a darse a conocer por sus modelos económicos, pero ahora producen y comercializan coches de todas las gamas, y en tecnología, cada vez son más sofisticados. Evidencia de ello son su nueva plataforma de 1.000 V, que permite cargas ultrarrápidas (400 km de autonomía en menos de 5 minutos), y su sistema avanzado de conducción autónomo, que ha sido bautizado como el “Ojo de Dios”.
