Una de las razones más importantes por la que aceptamos deducciones en los ingresos a lo largo de nuestra vida laboral es que parte de este dinero regresará a nuestra cartera una vez que nos jubilemos. Sin embargo, son muchas las personas que por diversas razones no logran cumplir con el número de cotizaciones necesarias para contar con una jubilación justa.
Es para estas personas que se han creado las pensiones no contributivas de jubilación, un presupuesto que es gestionado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, IMSERSO, y que en 2025 ha recibido un aumento sustancial de un 9%, con lo que el importe máximo de esta pensión se acercará a los 8.000 euros anuales.
Requisitos para acceder a esta pensión
En principio, pueden acceder a esta ayuda aquellos “ciudadanos que carecen de recursos suficientes para su subsistencia, incluso cuando no hayan cotizado nunca a la Seguridad o no hayan cotizado el tiempo suficiente para poder solicitar las prestaciones contributivas”. Es por eso que se habla de prestaciones no contributivas.
“La pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios”.
En estas dos citas se mencionan tres de los requisitos principales para acceder a esta pensión: no tener acceso a las pensiones contributivas, las que nos corresponderían por haber cumplido con las cotizaciones mínimas. Además, no disponer de ingresos suficientes para sobrevivir y ser mayor de 65 años.
En cuanto a los ingresos, el Estado consideraba en 2024 que existía carencia cuando los ingresos anuales no superaban los 7.250,60 euros; cifra que se ha ajustado en 2025 a 8.265,68 euros anuales.
El otro requisito para acceder a esta pensión es haber residido en España un mínimo de 10 años, entre los 16 y los 65 años, y haberlo hecho de forma continua los últimos dos años antes de solicitar la pensión no contributiva.
Los aumentos en la pensión no contributiva
Gracias al aumento del 9%, la cantidad íntegra anual que se podrá recibir a través de una PNC es de 7.905,80 euros, distribuidos en 14 cuotas de 564,70 euros que se abonarán entre junio y diciembre.
En cuanto a la cuantía mínima de esta pensión, en 2025 pasará a ser de 1.976,45 euros anuales, distribuidos en pagos de 141,18 euros.
Si cumplimos con los requisitos para acceder a esta pensión, pero convivimos con otra persona que ya tiene una, la cantidad integra anual bajará a 6.719,93 euros, y las pagas serán de 480 euros.
Y si son tres las personas con PNC en un mismo hogar el importe anual disminuye algo más, a 6.324,64, divididos en 14 aportes de 451,76 euros.
En el INMERSO aclaran que “la cuantía individual actualizada para cada pensionista se establece a partir del citado importe y en función del número de beneficiarios que vivan en el mismo domicilio, de sus rentas personales y/o de las de su unidad económica de convivencia, no pudiendo ser la cuantía inferior a la mínima del 25% de la establecida”.
Es por eso que la pensión mínima será de 1.976,54, que equivale al 25% de los 7.905,80 euros que ahora constituye el importe máximo de esta pensión.
Cómo acceder a la pensión no contributiva de jubilación
Si cumplimos con los requisitos antes mencionados, debemos contactar a la dependencia de la comunidad autónoma donde tenemos nuestro domicilio, pues:
“La gestión y reconocimiento del derecho a recibir una pensión no contributiva se realiza por las comunidades autónomas que tienen transferidas las funciones y servicios del Instituto de Mayores y Servicios Sociales”.