Los españoles suelen ser confiados en el asunto de la renovación del seguro. Lo viven como una rutina de la que se ocupa la aseguradora. Muchos ni siquiera tienen conciencia de cuándo caduca su póliza, momento en que corresponde renovar. Saben que una vez al año llega la renovación, pero le prestan muy poca atención. Y así, las renovaciones automáticas transcurren año tras año, con la idea de que todo sigue igual. Muchos siquiera revisan nada, porque consideran que han recibido un buen servicio y asumen que seguirá siendo así.
Lo cierto es que la renovación del seguro generalmente se vive como un trámite que es imprescindible para cumplir con la normativa legal. Sin embargo, es conveniente estar atento a vencimientos y renovaciones del seguro. La aseguradora no tiene obligación legal de renovar la póliza de sus clientes. Por lo tanto, puede ocurrir que decida no hacerlo.
En caso de que el titular no se dé cuenta de que su póliza ha caducado y no se ha renovado, circulará sin seguro, con las consecuencias que esto puede ocasionarle. En general, cuando no ha habido accidentes ni problemas las aseguradoras suelen renovar los seguros. Pero hay motivos por los que se rechaza la renovación.
El historial de accidentes y de reclamaciones pesa en la decisión
Las reclamaciones frecuentes del asegurado durante el año son un motivo frecuente de la no renovación de la póliza. La compañía considerará las características de los accidentes, especialmente si su cliente ha tenido responsabilidad en ellos. A partir de esas evaluaciones, la aseguradora puede entender que el riesgo es muy elevado. Valorará si es conveniente mantener ese cliente o si le conviene más no renovarle a póliza.
Después de todo, las aseguradoras son empresas, y como tales su objetivo es la rentabilidad. Si un cliente no es rentable, no conviene mantenerlo.
Incumplimientos de las obligaciones contractuales por el asegurado
El seguro es un contrato. Por lo tanto, si el asegurado no cumple con las obligaciones que en él se estipulan, la empresa podrá decidir no renovarlo. El caso más frecuente de incumplimiento es la falta de pagos. A veces ocurre que el cliente no paga la prima a tiempo o no está al día con las mensualidades. También se evitan las renovaciones si el asegurado realizó declaraciones falsas u omitió información relevante cuando contrató la póliza.
¿Una aseguradora puede no renovar un seguro por cambios en las políticas comerciales de la empresa?
Los cambios en las políticas comerciales empresariales pueden determinar que una aseguradora no renueve contratos de algunos clientes. Por ejemplo, si decide dejar de asegurar ciertos tipos de vehículos o determinados perfiles de conductores o de zonas geográficas. Son razones legalmente válidas por las que el conductor deberá buscar otra empresa que le ofrezca servicios de cobertura.
¿Cómo se entera el conductor de que la aseguradora no renovará su seguro?
La Ley del Contrato de Seguros, en su artículo 22, establece que la compañía de seguros debe notificar que no renovará el seguro a su cliente. La notificación debe ser realizada por lo menos con dos meses de anticipación del vencimiento. Si la aseguradora no cumple con este requisito, se entiende que el seguro se renueva automáticamente.
La ley establece también que la empresa debe comunicar a su cliente cualquier modificación del contrato, también dos meses antes de que caduque. Por su parte, el asegurado que decide no renovar su seguro debe avisar a la compañía por lo menos con 1 mes de antelación al vencimiento. Un consejo práctico y útil es revisar la póliza antes del vencimiento y consultar con la empresa de seguros para conocer si habrá cambios en los términos del contrato para el año siguiente.
