El baño es uno de los espacios de la casa en el que se concentra más humedad. Generalmente es provocada por las duchas o baños calientes. El vapor se condensa en pareces, techos, espejos, cortinas, mamparas. Y el moho no tarda en aparecer.
Las manchas verdes, negras o blancas se extienden rápidamente. Se instalan en las juntas de los azulejos, y en toda superficie que tiene contacto con la humedad.
El moho es muy invasivo. No solo afecta la estética del baño. También genera malos olores persistentes y hasta puede provocar problemas respiratorios, especialmente en personas con alergias o asma.
Para evitar estas consecuencias tan negativas se deben tomar algunas precauciones. El objetivo es el mismo: eliminar la humedad y evitar la formación de hongos.
En primer lugar, es fundamental ventilar el baño. Es necesario impedir la concentración de la humedad y que permanezca en las superficies. Mantener las banderolas o ventanas abiertas, especialmente cuando hay aire seco, elimina la humedad y evita el moho.
Y si no hay ventanas, se aconseja instalar extractores de aire. Por supuesto que la medida que siempre usaron las abuelas en sus baños, que consistía en secar las superficies tras las duchas, sigue estando tan vigente como siempre.
Si son varias las personas que comparten el baño, probablemente unas serán más cuidadosas que otras en el secado. Y en cuanto las que insisten en el secado se descuidan, la humedad hace de las suyas.
Las cortinas del baño son un lugar privilegiado para el moho
En los baños hay un lugar en el que siempre aparecen las manchitas de moho: la cortina de la ducha. Sus pliegues hacen que sea difícil de secar, y si queda humedad en ellos el hongo no tardará en aparecer.
Es necesario lavar las cortinas con frecuencia. El lavado puede hacerse a máquina, si las indicaciones del fabricante así lo establecen, o a mano. Resulta muy efectivo agregar al agua un vaso de vinagre o de agua oxigenada y medio vaso de lejía.
Si se lava en máquina, estos productos se verterán en el compartimiento en el que va el detergente en la lavadora. Se activa un programa de lavado con agua fría. Una vez que se termina el proceso de esa programación, se vuelve a lavar, esta vez con detergente normal.
En caso de que la cortina sea de colores, es imposible usar lejía. Da buenos resultados preparar una pasta con vinagre y bicarbonato. Se sumerge la cortina en abundante agua y se esparce la pasta sobre las manchas.
Se deja actuar una hora y luego se le pasa un cepillo blando. Finalmente, se realiza un nuevo lavado con jabón o detergente, se enjuaga bien y se deja secar. Antes de reinstalar la cortina en la ducha, debe estar perfectamente seca. También se puede aplicar un producto antihongos.
¿Cómo se forma el moho en el baño?
El moho que mancha las cortinas de la ducha, las paredes y e techo del baño, es un tipo de hongo que crece en forma de colonias. La humedad es el ambiente adecuado para su desarrollo.
Las esporas, que son las células mediante las que el moho se reproduce, están presentes en el aire de manera natural y constante. Solo germinan como moho si encuentran humedad y temperaturas templadas o cálidas. Por eso se desarrolla en los baños.
Una vez que las esporas se instalan, comienzan a crecer y liberan más esporas al ambiente, lo que facilita su expansión. Respirar aire en el que hay demasiadas esporas puede perjudicar la salud de las personas.
Por eso, el moho en el baño debe tomarse muy en serio para combatirlo.
