El hecho de que a diario cientos de millones de personas circulen por calles, avenidas, carreteras y autopistas sin que haya más accidentes de los que usualmente se producen, debería considerarse un verdadero milagro. En la práctica son personas normales conduciendo a gran velocidad máquinas muy pesadas cuyo impacto puede ser mortal.
Y a esto debemos agregar que junto a ellas a menudo van personas con ninguna o muy poca protección, como peatones, ciclistas, motociclistas o personas en patinetes y otros nuevos vehículos de movilidad personal. Por todo ello es necesario adoptar distintas estrategias de seguridad y señalización para no aumentar el número de accidentes que ocurren a diario.
Por qué abrir el coche “a la holandesa”
Parece una expresión que invita a que cada quien pague lo suyo, o que hace referencia a una técnica de navegación, o de natación. Sin embargo, en realidad alude a algo más sencillo, pero también importante: a un modo seguro de abrir la puerta para salir del coche.
Es un accidente muy común en las ciudades y en aquellas vías donde vehículos automotores de cuatro ruedas interactúan con peatones, conductores de VMP, ciclistas y motociclistas. Es decir, principalmente en espacios urbanos, donde el sencillo acto de abrir la puerta para salir del coche puede bloquear el paso de uno de estos vehículos y terminar muy mal.
¿Y en qué consiste abrir la puerta “a la holandesa”? En utilizar la mano que se encuentra más alejada de la manija para abrir la puerta, tal y como lo recomienda la DGT en un reciente post en redes sociales, donde recomienda:
“Al salir del coche mucho cuidado con lo que viene detrás (#peatón, #VMP, #bici, #coche…). Recuerda el truco: si sales por la izquierda, abre la puerta con la mano derecha y, al girar, mira atrás. Si sales por la derecha abre con la izquierda, y, al girar, mira. #CeroRiesgos”.
Al usar la mano más alejada, obligamos al cuerpo a doblarse, lo que facilita completar el movimiento mirando hacia atrás. No basta mirar el retrovisor, porque a veces el peatón o el ciclista puede encontrarse en un punto ciego y esta maniobra da tiempo para asegurarnos de que no haya nadie.
Otros consejos
Además de esta sencilla maniobra con la que podemos evitar golpes, abolladuras al coche y hasta un accidente mortal, hay otras cosas que podemos hacer para evitar accidentes al interactuar con peatones y vehículos que dejan muy expuestos a sus conductores.
Una de ellas es hacer caso de las recomendaciones de la DGT y siempre abandonar el coche por el lado contrario al carril por donde están circulando el resto de los vehículos. Cuando esto no sea posible, hacerlo “a la holandesa”.
Otra situación, que se presenta sobre todo en calles y avenidas, es cuando vamos a cambiar de carril y bloqueamos sin querer el paso de un motorista o de un ciclista. En estos casos no se recomienda dejar de mirar hacia adelante, porque estamos conduciendo, pero sí prestar mayor atención a retrovisores y pantallas.
También es bueno recordar las recomendaciones y normas establecidas por la DGT y el Reglamento General de Circulación sobre cómo debemos comportarnos cuando nos aproximamos a ciclistas o a zonas de cruce peatonal.
Por ejemplo, no olvidar que hay que mantener una distancia mínima de 1,5 metros al adelantar a un ciclista, para garantizar que no habrá ninguna clase de contacto, y que la masa de aire que se desplaza con el movimiento del coche no los afectará.
Otra cosa que debemos recordar al pasar junto a ciclistas o al aproximarnos a un cruce peatonal es que hay que reducir la velocidad, para poder reaccionar con tiempo a cualquier imprevisto que pueda presentarse.
