Ahora que estamos en verano y las vacaciones se encuentran a la vuelta de la esquina, hay que pensar en estrategias para economizar dinero. En este sentido, una de estas formas es precisamente utilizar de la forma más eficiente posible el espacio que disponemos en maletas y bolsa de viaje.
Si vamos a viajar en avión y llevamos poco equipaje podemos encontrar descuentos increíbles, lo que nos obliga a tomar decisiones duras sobre lo que queremos o necesitamos llevar y lo que podemos meter en la maleta o la bolsa. Pero existen varias formas o trucos que podemos utilizar para aumentar la capacidad del equipaje de mano, y no es magia.
“El viejo truco al hacer la maleta de esconder cosas en el zapato”
Eso habría dicho cualquier experto en espionaje si hubiera conocido esta ingeniosa manera de aprovechar al máximo el espacio en la maleta, para viajar ligeros de equipaje y así conseguir mejores ofertas y descuentos en aerolíneas y otras formas de transporte. Además, quienes viajamos ligeros de equipaje perdemos menos tiempo en aeropuertos y otras terminales de pasajeros, por lo que tenemos mayores oportunidades de conseguir taxis o de llegar más pronto a nuestro destino.
¿En qué consiste el “viejo truco del zapato»? No se trata de usarlo como teléfono móvil, como podría hacer un auténtico espía adelantado a su tiempo, sino de aprovechar el espacio interno para meter prendas de vestir, sobre todo ropa interior, joyas, cosméticos y otros objetos. La rigidez del calzado puede servir, además, para proteger, de golpes y movimientos bruscos a los que a menudo se ve sometido el equipaje, aquellos objetos frágiles, de vidrio u otro material delicado.
Qué cosas podemos guardar en el interior de los zapatos
Cuando hablamos de este truco, asumimos que está claro que no incluimos ni chanclas ni sandalias. Estas son algunas de las prendas y accesorios que podemos llevar en el interior del zapato sin que sufran deformaciones o alguna clase de perjuicio:
- Ropa interior: sujetadores que no tengan aros, bragas, calzones, tops deportivos bien enrollados entran sin problemas en botas y zapatos.
- Medias: dependiendo del tipo de calzado, se pueden meter una o más medias, y estas además ayudan a conservar la forma del zapato.
- Accesorios: gafas para el sol o para leer, cargadores, auriculares, adaptadores, etc. También anillos, zarcillos, collares y otras joyas y prendas.
- Cosméticos y medicamentos: maquillaje, productos para la piel, champú y acondicionador en mini envases, medicamentos, etc.
Si vamos a colocar en los zapatos productos con alguna clase de líquido, como aceites, champú o lociones para el cuerpo, es conveniente ponerlas antes en bolsas plásticas, para prevenir accidentes desagradables, donde además resulten afectados los zapatos. Ahora, viéndolo desde otra perspectiva, si vamos a usar el interior de los zapatos para guardar medias o piezas de ropa interior limpias, conviene asegurarse de que los zapatos también lo estén, y que no haya malos olores que puedan quedarse pegados a la ropa.
Existen otras recomendaciones en diferentes portales de internet y en las redes sociales para aprovechar al máximo la capacidad de la maleta o de la bolsa de viaje, que son de mucha utilidad y que eventualmente pueden hacer nuestro viaje más cómodo y barato.
Entre las recomendaciones más comunes están enrollar las playeras en vez de doblarlas, llevar pantalones y blusas que se puedan combinar de distintas maneras, y que sea ropa fresca y se seque rápido. Es importante tratar de prever cómo vamos a vestir los siguientes días, y cuáles son las prendas que realmente vamos a utilizar, para no llevar ropa de más.
Parte de la planificación incluye averiguar cómo va a estar el clima en el sitio a donde vamos, para seleccionar bien la ropa que necesitaremos.