Los radares son herramientas clave para la estrategia de prevención y control del tráfico de la DGT. La entidad del tráfico considera que cumplen una doble finalidad. Por un lado, tienen un fin sancionador. Identifican a los infractores y son indicadores importantes para las sanciones. Pero además son fundamentales como estrategia de prevención. Producen un efecto disuasorio entre los conductores que cambian su comportamiento para que el radar no los capte en infracción.
Con los radares, la DGT vigila los límites de velocidad en el tráfico, especialmente en zonas de riesgo. A finales del 2024, al equipamiento de radares fijos, móviles y de tramo se ha sumado un nuevo tipo: los radares de remolque.
¿Cómo son los radares de remolque?
Es un nuevo tipo de radar para el control de la velocidad. También se lo conoce como “carro radar”. Es un radar móvil, que se coloca sobre un remolque. Esta estructura se engancha en cualquier vehículo que tenga bola de remolque. Con este mecanismo, se transportan e instalan en diferentes puntos de la red de carreteras, de acuerdo con las necesidades del momento.
A diferencia de otros radares en uso, los de remolque tienen autonomía energética, es decir que no necesitan conectarse a la red eléctrica. Cuentan con baterías que gran poder, que les permiten funcionar durante una semana sin recargas. Un aspecto importante que caracteriza a estos radares: son antivandálicos. Han sido diseñados para resistir vandalismos y también las condiciones adversas del clima.
¿Cómo funcionan estos radares de remolque?
Estos radares son sistemas modernos y muy eficientes en el control del tráfico. Constituyen un escalón para la mejora en el equipamiento de la DGT. Están provistos de tecnología láser multicanal. Es un sistema que les permite medir con gran precisión la velocidad de varios carriles simultáneamente. Realizan un seguimiento de los vehículos durante varios metros. En función de este desplazamiento, miden la velocidad.
Están preparados para detectar infracciones en diferentes tipos de vehículos, como turismos, furgonetas, camiones, motocicletas. Su alto nivel de sensibilidad hace que sean muy eficientes en las rutas. Todo el procedimiento de identificación y comunicación de la infracción se realiza en tiempo real. El radar identifica a un infractor e inmediatamente envía la información a la DGT.
No se necesita intervención manual de los agentes. Para ello están equipados con internet y sistemas GPS, que hacen posibles las comunicaciones instantáneas.
¿En qué comunidades se están empleando los radares de remolque?
Este nuevo tipo de remolques comenzó a probarse en Cataluña a finales del 2024. Los puntos elegidos para la instalación surgieron de un análisis de las áreas con mayores riesgos y más altos índices de siniestralidad.
Los conductores no tienen información acerca de los lugares en donde estén funcionando los radares de remolque. Esto hace suponer que deben estar siempre prevenidos y respetar los límites de velocidad. Su movilidad y autonomía permite trasladarlos con frecuencia de acuerdo con la dinámica del tráfico en los distintos momentos del año.
Uno de los resultados destacados es que se procesa un gran número de vehículos y logra identificar un alto porcentaje de infracciones. En Cataluña, dos de estos radares controlaron 65.000 vehículos en tres días. Identificaron a un 15% de conductores infractores, que recibieron las multas correspondientes.
La DGT ha declarado que durante el 2025 extenderá el sistema de radares de remolque a otras zonas del país. Se valoran como muy efectivos y las autoridades confían en que realizarán aportes valiosos para promover la seguridad vial.
Desde la perspectiva de los conductores, se verán sometidos a mayor vigilancia constante sin predecir dónde y cuándo estarán los radares. Además, la capacidad para medir la velocidad en varios carriles al mismo tiempo, hace difícil evadir su sensor. Los radares de remolque son un intento más de la DGT por salvar vidas.
