El chocolate es uno de los productos más apreciados por niños y adultos en todo el mundo, y tiene una historia que comienza en las culturas mesoamericanas y que ahora está presente en la gastronomía mundial, tanto en golosinas como en postres y platos gourmet. Este derivado del cacao, que además es considerado un antidepresivo natural, está a punto de darnos un duro golpe en el ánimo, por los altos precios a los que se está cotizando el cacao, y que amenazan con convertir el chocolate en un producto exclusivo para las élites del mundo.
África y el chocolate más caro de la historia
Nikita Harwich es un economista francovenezolano que también es uno de los mayores especialistas en historia del chocolate, y que actualmente se encuentra en Madrid invitado por el IE School of Humanities. De acuerdo con este investigador, la producción de chocolate en el mundo se encuentra en su peor momento, y esto se ve reflejado en el precio del producto, que ha pasado de 1.800 euros la tonelada en 2022, a 7.000 euros actualmente. Datos que se tienen después de haber alcanzado un pico de 11.000 euros en diciembre pasado.
Estos precios comienzan a reflejarse en los diferentes productos de esta fruta maravillosa, entre los que ocupa un lugar privilegiado el chocolate, que podría alcanzar en los próximos meses los precios a nivel del consumidor más altos de la historia. Señal de esto es el hecho, de acuerdo con cifras del INE, de que en España el precio del chocolate aumentó en un año un 25%.
Esto se debe en gran medida a varios años de malas cosechas en países como Camerún, Nigeria, Costa de Marfil y Ghana, hasta hace poco productores del 80% del cacao que se consume en el mundo. Esta situación, según Harwich, puede conducir a que el chocolate solo sea parte de productos de lujo y en postres especiales, y que en las golosinas sea reemplazado por sabor y aroma artificiales.
También señala que la mala situación del cacao en África, una prolongada sequía, no solo está relacionada con el calentamiento global, sino también con un terrible sistema de producción:
“A la deforestación provocada por la siembra de cacaoteros se une el trabajo infantil. Se calcula que hay un millón de menores trabajando en las plantaciones de Costa de Marfil y Ghana, a pesar de las denuncias”.
A esto hay que sumar la corrupción de los gobiernos locales, que controlan los precios del producto, y que ha llevado a muchos agricultores a pasarse a otros cultivos, como el coco o el caucho, o a abandonar la agricultura y dedicarse a la minería ilegal.
El regreso del cacao a América
Esta situación en África, sumada a los altos precios del cacao, ha hecho que este cultivo se revalorice en América Latina. Comenta Harwich:
“Ecuador hoy es el segundo exportador mundial. Brasil, que perdió el 80% de los cacaoteros en los años 80 por una enfermedad, está recuperándose. En los últimos años ha habido un repunte en América Central, México, Colombia y nuevos países productores como Perú”.
Si bien todos asocian el cacao con Mesoamérica, la planta fue domesticada originalmente en las cuencas del Orinoco y el Amazonas, aunque fueron los olmecas quienes perfeccionaron el cultivo del cacao y crearon el chocolate.
Existen dos variedades principales de cacao: el criollo y el forastero. El segundo es el que fue llevado a África y el que se consume mayormente. El primero se sigue cultivando en América, y solo constituye el 5% de la producción mundial.
“Desde el siglo XVIII”, explica Harwich, “los chocolates industriales se fabrican con forastero, y para mejorar el aroma se mezcla con criollo o trinitario, un híbrido de los dos”.
