Casi toda la costa española se verá inundada este verano, como todos los años, por oleadas de turistas, nacionales y extranjeros, que llegan con la intención de aprovechar al máximo los días de ocio, el sol, el saludable aire marino y las aguas un poco menos frías que el resto del año. Como sabemos, ahora una ola de calor recorre la geografía peninsular, con temperaturas muy elevadas.
En España hay unas cuantas excepciones al calor extremo, lugares en la costa protegidos por razones que tienen que ver con la biodiversidad y la conservación de la naturaleza. Rincones que solo se pueden visitar en muy pocas ocasiones, como es el caso de una isla en la hermosa y accidentada costa de Galicia.
Sálvora, una joya en el Parque Nacional da Illas Atlánticas
La belleza de las rías gallegas es mundialmente conocida y aparece en diferentes plataformas y publicaciones accesibles para quienes quieren hacer turismo en España. Sin embargo, hay un lugar que no vamos a encontrar en estas publicaciones, ni va a aparecer en la ruta de los cruceros o de los paseos por la costa de Galicia: la isla Sálvora.
Sálvora es una de las islas que están en la bocana de la ría de Arousa, y junto a Cies, Ons y Cortegada, son parte del Parque Nacional da Illas Atlánticas, por lo que son espacios protegidos con distintos grados de acceso para los visitantes.
En el caso de Sálvora, las restricciones son mucho mayores que en las otras islas, que también reciben un número limitado pero mayor de visitantes, para ejercer un mejor control y protección de las distintas dinámicas naturales que se desarrollan en este bello paraje.
No se trata de una isla virgen en un sentido estricto, pues por ella han pasado distintos pobladores del continente, con presencia hasta hace poco más de 50 años. Quedó completamente deshabitada en 1972, y en ella funcionó una fábrica de secado y salazón de pescado, hubo un pequeño caserío, con 60 habitantes, y todavía hay un faro en funciones.
Sálvora se encuentra a 3 km de la costa y tiene una extensión aproximada de 190 hectáreas, con una costa rocosa y algunas playas, pequeños matorrales y manchas de bosque, que ha logrado recuperarse, junto con la fauna local, y que se mantiene en un equilibrio muy frágil.
¿Solo puede visitarse un día al año?
Afirmar que esta isla solo puede visitarse una vez al año es una manera de decir que es bastante difícil acceder a ella. No es posible ir por nuestra cuenta sin obtener antes el permiso de las autoridades, y los trámites pueden ser bastante engorrosos.
Sin guías solo pueden ir funcionarios o investigadores debidamente autorizados, y solo estos pueden salirse de las rutas previamente establecidas y en las que deben mantenerse los visitantes, que solo pueden ir con un guía y para un viaje que dura apenas un día, ya que no se puede pernoctar en la isla.
Tampoco es fácil acceder con una embarcación propia, se necesita un permiso para poder anclar cerca de la isla, y el cupo de lanchas y veleros es bastante restringido, para proteger la vida marina que existe alrededor de Sálvora. Existe un límite diario de 125 personas, para reducir al mínimo el impacto ambiental, y no podemos salirnos de las rutas ya establecidas.
Este verano, si paseamos por las Rías Bajas, no podemos perder la oportunidad, con algo de suerte, de hacer un paseo guiado por la isla Sálvora. De esa forma, entramos en contacto con un espacio donde aún se conserva gran parte del paisaje natural y también parte de la memoria de los habitantes de Galicia, y de su lucha por progresar incluso en las condiciones más difíciles.