La existencia de un mercado global tiene cosas positivas, como la posibilidad de que una región del mundo pueda enviar alimento a otra donde escasea. Pero también tiene un lado negativo, como cuando pone a competir productos agrícolas más baratos, porque la mano de obra es más barata, con el de agricultores que tienen mayores costos en su mercado natural.
Esto es un poco lo que está pasando con un arroz procedente de Asia y que se está vendiendo en el ámbito de la Unión Europea como si fuera arroz cosechado en Valencia. Una situación que ha llevado a los agricultores valencianos a protestar ante las autoridades de la Unión Europea.
El riesgo de que tu paella sea tailandesa
En febrero de 2024, la Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-ASAJA, presentó una denuncia contra cadena alemana de supermercados Aldi por comercializar un arroz aparentemente de procedencia asiática como si fuera de origen valenciano, aunque no se indicara en ninguna parte. La denuncia se presentó ante la Agencia de Información y Control Alimentario, AICA, que a su vez la derivó a la Conselleria de Agricultura para que sus inspectores llevaran adelante la investigación.
AVA-ASAJA basó su denuncia en lo que podría considerarse como publicidad engañosa: el paquete de arroz redondo La Villa, categoría extra, muestra a dos campesinos con trajes tradicionales valencianos cosechando arroz. Sin embargo, en ninguna parte del paquete se indica cuál es su procedencia, aunque se dé a entender que es de esta región de España.
Los investigadores de la Conselleria de Agricultura siguieron el rastro del producto comercializado por Aldi y lograron determinar que se trataba de arroz importado de Tailandia y Singapur. El análisis determinó además que la calidad del arroz no era precisamente “extra”, y presentaba numerosas imperfecciones, con lo que habría un daño adicional al prestigio de los productos españoles.
Los agricultores valencianos y la Unión Europea
Parecía que la denuncia de los agricultores tenía sentido y que las autoridades iban a actuar en consecuencia, pero no fue así. La investigación se archivó porque la normativa europea en vigor “no permite sancionar confusiones intencionadas sobre la calidad y el origen del arroz”.
Ante esta decisión, los agricultores han decidido ir más allá y han llevado este caso ante el comisario de Agricultura y Alimentación de la Unión Europea, Christophe Hansen, y ante los europarlamentarios españoles de todas las tendencias políticas. AVA-ASAJA está solicitando un cambio en la normativa que impida esta clase de confusiones intencionadas, que perjudican tanto a los productores agrícolas como a los consumidores europeos.
Más allá del arroz valenciano
La situación denunciada por los agricultores valencianos es apenas la punta del iceberg de un problema mayor: la creciente tendencia de las comercializadoras europeas a importar cantidades masivas de arroz procedente de India, Birmania y Argentina. Este arroz es más barato, pero también con más imperfecciones. Es un producto que no cumple con la normativa europea, y al que se han aplicado productos agrotóxicos que están prohibidos en Europa.
Las empresas que empaquetan arroz aprovechan un vacío legal en la normativa europea, que obliga a las comercializadoras a indicar el lugar de envasado y no la procedencia del cereal. Al respecto, en AVA-ASAJA señala
“Esta situación pone en evidencia una normativa europea que permite engañar descaradamente a los consumidores y que actúa en favor de los grandes importadores y de los intereses políticos que subordinan la agricultura a acuerdos comerciales con terceros países”.
Los productores valencianos esperan que esta normativa se modifique y se indique con claridad la procedencia del producto.
