Si usamos el coche para ir y volver del trabajo y vivimos en una ciudad de medianas dimensiones, es posible que el coche sea en gran medida nuestro segundo hogar, por el tiempo que pasamos en él, y por los gastos que puede llegar a generarnos.
Si además tenemos hijos, o lo utilizamos para trabajar, el coche siempre va a estar un poco desordenado y a veces con olores no deseados, y es notable toda la mala apariencia que puede dar a un coche el olor a comida, a golosina, a motor o a sudor, por tan solo mencionar algunos “aromas” que a veces se instalan en el interior del coche.
Una solución casi artesanal
Generalmente, los conductores recurren a aromatizantes y productos de ambientes comerciales, que no siempre coinciden con nuestro gusto o combinan bien con la atmósfera del coche.
Porque es así, cada coche tiene un olor particular, personalizado, que tiene que ver con nuestros olores y el de la tapicería, los productos de limpieza que utilizamos y otros elementos difíciles de identificar, pero que hacen del interior de cada coche un lugar único, y diferente al de otras unidades de la misma marca y modelo.
Una alternativa a las marcas comerciales que no terminan de gustarnos es usar aceites esenciales, y una manera práctica de colocarlo en el coche es utilizando las tradicionales pinzas de madera que sirven para sujetar la ropa.
El truco no puede ser más sencillo: hay que impregnar las pinzas con el aceite esencial de nuestra preferencia y sujetarla al salpicadero. Podemos colocarla en una de las rejillas del aire acondicionado y veremos cómo se transforma el ambiente en el coche, e incluso se ve más limpio, aunque lo único que haya cambiado sea el aroma.
Escoge el aroma que se adapte a tu coche
No es necesario empapar la pinza, solo agregar algunas gotas y repetir la operación cada vez que pase el efecto. Y podemos explorar una mayor variedad de fragancias que las que ofrecen las marcas comerciales de aromas, hasta conseguir la que mejor se adapte a nuestro coche y a nuestro olfato.
No todos reaccionamos de la misma manera a los olores: hay quienes rechazan los olores dulces (como vainilla, caramelo o canela), quienes prefieren olores leñosos cítricos (limón, naranja, mandarina) y frutales (fresa, manzana, maracuyá, etc.), y hay muchísimos otros aromas y olores entre los que podemos elegir.
Basta echar un vistazo rápido en las redes para saber que el aroma que estamos buscando para nuestro coche, en la modalidad de aceite esencial, está allí, esperando por nosotros.
Solo hay que poner cuatro o cinco gotas en la pinza, dejar que la madera absorba el aceite y colocar la pinza en el salpicadero, y quizás en una esquina del maletero. Por otro lado, hay que tener cuidado con los olores demasiado intensos, pues pueden ser molestos y hasta marear un poco a los niños, con consecuencias que pueden ser bastante desagradables.
Vale la pena apostar por aromas suaves de aceites esenciales, como lavanda, menta o citronela, que son relajantes y pueden contribuir a mantener un ambiente de paz durante los viajes largos del verano.
Otras recomendaciones
Además de colocar las pinzas con aceites esenciales, hay que mantener el coche limpio, libre de restos de comida, especialmente en el asiento posterior, si tenemos niños.
Para combatir la humedad en el interior del coche, que es uno de esos factores que puede contribuir a generar malos olores, podemos colocar en distintos puntos bolsitas de gel de sílice, como las que vienen en las cajas de equipos electrónicos o en las de zapatos.
Por último, también es recomendable hacer mantenimiento regularmente al sistema de climatización, y reemplazar cuando haga falta los filtros, para evitar la aparición de olores desagradables.
