En tiempos de denuncias judiciales que no terminan de resolverse y donde se cruzan acusaciones en torno a la imparcialidad y eficiencia de la justicia, es reconfortante saber que hay casos que comienzan y terminan cumpliéndose todos los pasos, y llegando a la conclusión que parece ser la natural.
Este es un ejemplo donde parece todo estar muy claro: una persona comete una falta y es despedida, lleva el caso a tribunales, y va escalando hasta llegar a la última instancia judicial en la comunidad autónoma, donde se reitera la sentencia. Suena sencillo, pero nada en estos días lo es, ni en España ni en el resto del mundo.
El caso de la buena vecina que era mala empleada de Mercadona
Se trata de un asunto que comenzó en 2023, cuando Mercadona despidió a una gerente de una tienda en Ciudad Real por violar de manera flagrante las normas internas. Tal y como mencionamos antes, el caso fue llevado a tribunales, recibió una primera sentencia desfavorable a la empleada, en el Juzgado N° 1 bis de Ciudad Real, y esta acaba de ser ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
La causa del despido inmediato y sin goce de beneficio fue varias compras realizadas por un vecino de la empleada, en momentos en que ella estaba a cargo de la caja, y en los que el pago no se correspondía con los productos que el vecino llevaba en el carrito.
Algunos empleados observaron en más de una ocasión que el carrito iba lleno, y que el pago en la caja era apenas, en una de las compras, de poco más de 11 euros. El caso llegó a oídos de la directiva del supermercado y se abrió una investigación, que concluyó que en efecto se había producido un fraude.
Parte de la investigación consistió en una auditoría para contrastar los productos adquiridos por el vecino con el precio final en el ticket, y estos fueron tres de los resultados:
- El 12 de mayo de 2023 en la caja N°24 la empleada emitió un ticket de 11,89 euros por una cantidad de productos cuyo coste era de 70 euros.
- 3 días después volvió a realizar una operación parecida en la caja N° 22, al emitir un ticket de 16,24 euros por productos de un valor total de 80 euros.
- El 20 de mayo repitió la operación en la caja N° 24, emitiendo un ticket de 45,05 euros por productos con un valor de 91,66 euros.
Esta situación se repitió al menos 3 veces más, y cuando la empleada fue cuestionada, acompañada por un representante sindical, reconoció implícitamente su culpa al preguntar si la iban a despedir.
La sentencia
Tras el despido, la empleada llevó el caso a tribunales por considerarlo improcedente, pero no tuvo suerte ni en el Juzgado N°1 bis de Ciudad Real, ni en el Tribunal Supremo de Justicia de Castilla-La Mancha.
El tribunal consideró que Mercadona estaba en lo correcto al despedir a la empleada por haber transgredido la buena fe contractual, tal y como se contempla en el artículo 54.2 del Estatuto de los Trabajadores, y por haber hecho fraude en el cobro, que es una falta grave contemplada en el contrato colectivo.
Entre las razones en las que el tribunal basó la sentencia se encuentra el hecho de que el fraude se realizó en seis ocasiones y que estas fueron documentadas, y con presencia de testigos; y que la empleada reconoció los hechos durante la investigación interna.
Es en parte una historia triste porque la empleada echó por la borda en pocos meses 34 años de vida laboral, pues fue despedida sin indemnización. Este ejemplo prueba también que la antigüedad no nos protege, y que un momento de deshonestidad puede acabar con el prestigio de toda una vida.