Ahora que el verano parece estar adelantándose, también es muy probable que comencemos a ver en bares y restaurantes, o en casa de algunos amigos que van a la vanguardia en lo que se refiere a las bebidas del verano, la tradicional, refrescante y deliciosa sangría.
A nadie se le ocurre llamarla de esa manera, se trata de un cóctel de origen popular, surgido en España y Portugal (aunque hay una versión absurda que pretende atribuir su invención a los ingleses en las Antillas), que consiste básicamente en combinar vino tinto con frutas, azúcar y una bebida gaseosa.
Una receta para hacer la mejor sangría del verano
Es una bebida sencilla, pero sus cuatro o cinco componentes, si incluimos otro licor aparte del vino, pueden ser muy flexibles.
En una buena sangría influyen la calidad del vino, el tipo de frutas que utilicemos, la cantidad de azúcar, el tipo de bebida gaseosa y la clase de licor adicional que agreguemos (aunque generalmente el vino ya aporta suficiente alcohol).
La receta que proponemos a continuación, y que nos puede convertir en los reyes del verano, es para 8 personas, utiliza relativamente pocos ingredientes y el resultado te va a sorprender.
Los ingredientes: 1 litro de vino tinto de buena calidad, 1 limón, 2 naranjas, 2 melocotones, 2 plátanos, 1 manzana, 1 palo de canela, 60 gramos de azúcar, una lata de refresco de naranja (330 mililitros) y 75 mililitros de agua caliente.
Seguramente habrá causado sorpresa el último ingrediente: el agua caliente es para disolver el azúcar y que tome una textura de almíbar. De este modo se integrará mejor al vino y no acabará casi completa en el fondo de la jarra.
El siguiente paso es mezclar en la jarra el vino, el almíbar y un refresco de naranja. Después hay que pelar y cortar las frutas en trozos pequeños para ir agregando a la jarra, aunque la naranja tiene un trato diferente, que es el de cortarla en rodajas o dividirla en gajos. Y del limón solo va el zumo.
Agregar el palo de canela y dejar que la sangría se macere durante un par de horas. Por último, servir en vasos con hielos. No agregar el hielo directamente a la jarra, a menos que se vaya a beber toda de inmediato.
Diferentes tipos de sangría
Volvamos a la curiosa teoría del origen británico de la sangría. Supuestamente, el nombre actual sería una derivación del término sangaree, y se trataría de una invención de los marineros ingleses, que mezclaban el vino con frutas para refrescarse y eludir la prohibición del consumo de alcohol en sus barcos en el Caribe.
En todo caso, el Parlamento Europeo determinó que solo se pueden calificar como sangrías las bebidas con vino y fruta que se preparan en España y Portugal. Sin embargo, incluso en la península ibérica y dentro de la cocina y gastronomía española actualmente hay varias formas de preparar la sangría. Hay en la práctica muchas ideas de bebidas saludables.
Aparte de la sangría clásica, con vino tinto, está la que se hace con vino blanco, que estrictamente no debería llamarse sangría, pero que cada vez tiene más seguidores. O está la sangría que se hace en Asturias, con sidra en vez de vino. Y están los que deciden cambiar el vino por cava.
Otras variaciones de esta refrescante bebida, que rompen con la receta tradicional, incluyen la incorporación de una segunda bebida con alcohol: coñac, brandy, etc.
Y las otras innovaciones se encuentran en el ámbito de las frutas y verduras, que van desde las razonables sandías, mangos y fresas, hasta extremos como agregar rúcula. Como sucede en todo en la cocina, en la variedad está el encanto, y la creatividad realmente no tiene límites.
