Hace solo 30 años, en 1995, se anunció el descubrimiento del primer planeta orbitando otra estrella, un planeta del tamaño de Júpiter que gira en torno a la estrella Helvetios y que fue bautizado inicialmente como 51 Pegasi b, aunque ahora se le conoce como Dimidio.
Desde entonces se ha confirmado la existencia de más de 5.000 planetas extrasolares, de diferentes composiciones y tamaños, y girando alrededor de toda clase de estrellas. Hay desde estrellas de neutrones hasta gigantes rojas, aunque son más frecuentes en estrellas que comparten características con nuestro Sol.
Un planeta gigante orbitando a una estrella pequeñita
Recientemente se publicaron en la revista Nature Astronomy los resultados de una investigación a gran escala, en la que también participó el instituto Astrofísico de Andalucía, de los datos recogidos por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS, por sus siglas en inglés).
En estos resultados ha destacado, y también generado desconcierto, el descubrimiento de un planeta gigante girando alrededor de una estrella tan pequeña que tiene apenas el 20% de la masa de nuestra estrella, que es también una enana blanca, pero más grande.
El hecho de que una enana blanca, incluso tan pequeña como TOI 6894, tenga uno o más planetas no es una rareza; lo que ha sorprendido a los astrónomos es que se trata de un planeta gigante, con las dimensiones de Saturno, aunque solo con el 50% de su masa.
Por qué desconcierta a los astrónomos este sistema extrasolar
Es como una madre muy pequeña con un hijo de dos metros de alto, y aunque no se trate del primer gigante que se encuentra como parte del sistema de una estrella pequeña, TOI 6894 es la estrella de esta clase más pequeña que se conoce. Además, con una diferencia de hasta un 40% respecto a la estrella pequeña con planeta extrasolar que le sigue en tamaño.
Los astrónomos se preguntan cómo pudo formarse TOI 6894 b, así ha sido bautizado, a partir de una estrella tan pequeña. La teoría más aceptada en torno a la formación de los planetas es que estos son resultado de la aglomeración de gases y otros materiales, conocido como disco protoplanetario, cuya cantidad debería depender de las dimensiones de la estrella.
Por eso sorprende que esta pequeña estrella tenga un gigante de estas dimensiones, y obliga a revisar los cálculos sobre cuántos planetas gigantes puede haber en la galaxia.
Extrañan las dimensiones
Tal y como señalamos antes, TOI 6894 b es un planeta de dimensiones un poco mayores a las de Saturno, aunque mucho menos denso que este. Se sabe que tiene una atmósfera extraordinariamente fría, un detalle que contrasta con otros gigantes gaseosos, que son calificados como “jupiteres calientes”. Daniel Bayliss, profesor de la Universidad de Warwick y principal responsable de la investigación, ha señalado:
“La mayoría de las estrellas de nuestra galaxia son en realidad estrellas pequeñas, exactamente como esta, con masas bajas y que anteriormente se creía no podían albergar gigantes gaseosos. Por lo tanto, el hecho de que esta estrella albergue un planeta gigante tiene importantes implicaciones para el número total de planetas que estimamos que existen en nuestra galaxia”.
Por otro lado, Francisco J. Pozuelos, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, ha afirmado que este descubrimiento no desmiente lo que sabemos sobre la formación de los orbes, “lo que sí hace es poner a prueba hasta dónde pueden llegar esos modelos en condiciones muy distintas a las del Sol”.
También afirma que este descubrimiento prueba que “de alguna manera, la naturaleza encuentra caminos para formar mundos gigantes incluso alrededor de estrellas enanas”.
