SHEIN es un producto del comercio online del siglo XXI, y sin duda uno de los más exitosos. Surgió en Nanjing, China, en 2008, aunque actualmente tiene su sede en Singapur, y en pocos años se convirtió en una de las aplicaciones para comprar ropa más descargadas por jóvenes de Estados Unidos y Europa.
Esta plataforma opera en aproximadamente 150 países, pero comienza a tener problemas en un buen grupo de ellos, como los de la Unión Europea, donde varias organizaciones que defienden los derechos de los consumidores la han denunciado por lo que consideran prácticas indebidas para presionar a los clientes.
24 asociaciones de consumidores contra el Shein
En torno a 24 asociaciones pertenecientes a la Organización Europea de Consumidores, BEUC, la Federación de Consumidores y Usuarios, CECU, y la Asociación de Consumidores Financieros, ASUFIN, se han unido para denunciar a SHEIN ante la Comisión Europea y otras autoridades europeas por el uso de prácticas engañosas.
La denuncia, que también se presentó ante las diferentes autoridades europeas responsables de proteger a los consumidores, tiene como objetivo hacer que la Comisión Europea obligue a SHEIN a dejar de utilizar técnicas engañosas cuyo objetivo es presionar o manipular a los clientes.
Qué son los patrones oscuros
De acuerdo con el comunicado publicado por CECU en conjunto con ASUFIN, los patrones oscuros son:
“técnicas manipulativas empleadas en el comercio online para presionar a las personas consumidoras a comprar más de lo previsto al tiempo que agudizan los problemas medioambientales y sociales causados por la industria de la moda rápida”.
¿Cuáles son estas técnicas oscuras? En la denuncia se especifican al menos tres de estas prácticas:
- El “confirm-shaming”: consiste en hacernos sentir culpables si no queremos hacer una compra, y que sintamos algo de vergüenza al apretar botones, como aquellos que dicen que no queremos “ahorrar».
- El “nagging”: mensajes persistentes e interrupciones continuas presionándonos para hacer una compra.
- El “scroll infinito”: cambios continuos de páginas y desplazamientos en la app que impiden revisar las cláusulas y condiciones.
Las organizaciones implicadas en esta denuncia piden a la Comisión Europea que obligue a SHEIN a desistir de estas prácticas y de otras formas de presión psicológica, como anunciar que ya solo queda una pieza en inventario, o poner una cuenta regresiva para indicar que una oferta va a desaparecer.
A propósito de estas prácticas, David Sánchez Carpio, director de CECU, señala: “Este modelo de moda ultrarrápida se nutre de prácticas manipuladoras que presionan a los consumidores para que compren cada vez más”. Y agrega:
“SHEIN está diseñado para crear adicción: se rige por potentes algoritmos para maximizar la interacción de los consumidores y el gasto excesivo. Esperamos una respuesta firme y rápida de las autoridades para poner fin a las prácticas engañosas de SHEIN e iniciar una investigación en todo el sector”.
SHEIN y la Unión Europea: relaciones peligrosas (para SHEIN)
La Comisión Europea ya se encontraba investigando a SHEIN antes de esta denuncia, pero por razones diferentes. De hecho, se trata de dos investigaciones. La primera es para determinar si esta plataforma, con su sede principal en Asia, está violando las reglas de la UE sobre protección de datos, que está basada en la Ley de Servicios Digitales.
La segunda, que ya ha desembocado en una acusación formal por parte de la UE, es en torno a la violación de la normativa de la UE sobre protección al consumidor. Se acusa a SHEIN de dar a los clientes información engañosa, publicitar falsos descuentos y de falta de transparencia en la política de devoluciones, entre otras cosas.