Una cosa es emigrar por necesidad, que viene a ser la principal causa por la que las personas se desplazan en el planeta, empujados por guerras, hambrunas o crisis políticas y económicas, y otra hacerlo por libre elección y porque estás buscando tu lugar en el mundo.
Las primeras personas que hemos analizado se ven obligadas a dejar su hogar atrás, mientras que las segundas, con algo de suerte, viajan y experimentan la vida en otros países y culturas, para encontrar su hogar definitivo. En otras palabras, no siempre se nace en el lugar al que pertenecemos. Este podría ser el caso de Evan Hailes, un estadounidense devenido andaluz.
The “Best decision”
En un vídeo sumamente relajado de TikTok, Evan Hailes, sentado en una plaza de Sevilla, comenta que mudarse a España cuando tenía 20 años ha sido la mejor decisión que ha tomado en su vida. Lo dice abiertamente: “La mejor decisión que tomé cuando tenía 20 años fue mudarme a España”. Y es curioso porque parece estar tomando el camino inverso de muchos migrantes en el mundo, que tienen a Estados Unidos como meta principal cuando emprenden el camino desde sus países de origen.
Aunque también es cierto que desde hace tiempo hay un amplio sector de la población norteamericana que se siente atraída, y a menudo envidia, del modo de vida europeo y en especial el mediterráneo. “Europa, ese lugar donde se hace el amor por las tardes”, señaló alguna vez el comediante neoyorquino Bill Maher, un residente privilegiado de California.
Y aunque esa no es una de las razones explícitas de Evan Hailes, sus argumentos van en la misma dirección al hablar del equilibrio existente en España entre el trabajo y el ocio, del que es prueba el vídeo mismo:
“¿Por qué? Porque es martes por la tarde, fui a trabajar a las diez de la mañana, salí a la una de la tarde y aquí estoy, relajándome en un parque”.
Y claro, es una situación que contrasta con fuerza con el modo de vida estadounidense, sobre todo en aspectos relacionados con el trabajo, como el horario, con mayor número de horas y tiempos más breves para comer o relajarse. Sin embargo, las diferencias van más allá, y es entonces cuando menciona los pequeños placeres que rodean la vida en España y que no son comunes en Estados Unidos:
“Estas son cosas que no puedes tener en América. La habilidad para tener espacio en tu día, tener libertad para salir, tomarte un café, disfrutar de la vida… Simplemente no la tienes”.
Y luego comenta: “Si estuviera de vuelta en Estados Unidos ahora mismo, seguramente estaría mirando un ordenador en un cubículo”. Y poco después asevera: “No creo que vuelva nunca”.
Otra estadounidense en el lado opuesto de España
Otra estadounidense, con diez años viviendo en el país, pero en el norte, ofrece una visión ligeramente distinta, quizás un poco más crítica, aunque no demasiado. Shawna Lum es una joven de 31 años procedente de Los Ángeles que ya lleva una década viviendo en Bilbao, donde se siente muy satisfecha, aunque no puede dejar de hacer algunas observaciones en un vídeo de Instagram, que podemos ver en su cuenta @shawnalumn.
Esta joven comienza por señalar los problemas de infraestructura: hay demasiados edificios viejos, mal acondicionados para soportar el invierno, no precisamente suave en el País Vasco. Las habitaciones en estos edificios no están bien aisladas ni del frio ni del ruido procedente de la calle.
Naturalmente, extraña el clima soleado de Los Ángeles y no tiene una buena opinión de los servicios de hostelería, así como tampoco de la puntualidad del transporte público. Sin embargo, concluye reconociendo que “lo bueno supera a lo malo”, y recomendando “mudarse a Madrid”.
