El mercado automotor atraviesa una dura etapa. La caída de las ventas a nivel mundial, la inflación que no cede, el aumento de los costes, el encarecimiento de los créditos, los problemas en las cadenas se suministros, han provocado una inestabilidad que amenaza al sector. Los tiempos han cambiado, y a las personas se les hace difícil comprar un coche nuevo. A la hora de tener el primer coche o de cambiar el de siempre, optan por vehículos de segunda mano.
Las ventas de 0 km caen estrepitosamente y muchas marcas se endeudan intentando mantener su presencia en el mercado. A esto se suma la competencia feroz en la que fabricantes emergentes conquistan a los pocos interesados, especialmente en el terreno de los eléctricos.
Surgen modelos económicos, con buenas prestaciones, que entusiasman a los compradores. Las marcas chinas logran precios mucho más bajos que los de los fabricantes tradicionales. Y las empresas históricas realizan esfuerzos titánicos para mantener calidad y prestigio, pero sus modelos dejan de ser competitivos.
Una trayectoria histórica y un mal momento
En este contexto industrial y comercial, Nissan muestra su crisis que obliga a la empresa a tomar decisiones nefastas, ya que su rentabilidad está profundamente afectada. Nissan lleva más de 90 años de presencia destacada en el mercado automotor. La marca es muy reconocida en España, donde ha marcado presencia. Tan es así que tres de los principales centros industriales de Nissan en Europa se localizaban en España.
La caída se justificó al principio con el argumento de que la marca preparaba un proyecto de reestructuración. Con esta excusa cerraron tres fábricas de las que funcionaban en España. Y cuando una fábrica del tamaño de las de Nissan cierra, las consecuencias negativas derraman y provocan un fuerte impacto en la sociedad. Miles de trabajadores quedan sin empleo y la afectación social se hace sentir.
En estos días, la empresa ha dado a conocer una nueva noticia que otra vez provoca estragos en los trabajadores. Nissan despedirá a 20.000 empleados. Los despidos serán graduales. Comenzarán en este año y se extenderán durante el 2026 y el 2027. Es una lenta agonía, pero que augura un final trágico, en la que no hay muchas esperanzas. En España solo sobreviven las plantas de Cantabria y Ávila, que probablemente también sufran las consecuencias de los recortes.
¿Cuál es la situación a futuro de Nissan?
La cifra de despidos anunciada representa un 17% del total de la plantilla de la marca. Porcentaje relativamente bajo, es cierto, pero que afecta a un gran número de familias. El total de empleados de Nissan es 133.500 trabajadores.
La estrategia parece ser mantener las fábricas en China. En ese país los insumos y los costos de producción son mucho menores que los europeos. Por lo tanto, planea cerrar 17 fábricas, el 30 %, de las que operan fuera de China. Ese es el futuro de la industria europea de automóviles Nissan. La misma marca, pero en un alto porcentaje con diferente procedencia.
Los números perversos que marcan la caída
Nissan no solo sufre una caída en las ventas, sino que tiene un endeudamiento que le obliga a estas decisiones. Si no vende, las deudas crecen cada vez más, y la situación ya se ha hecho insostenible. El balance fiscal de cierre del 2024 registró pérdidas de unos 4.040 millones de euros, 670.900 millones de yenes. Se atribuyen al aumento de los costes operativos y a la desvalorización de los activos.
En un intento por sobrevivir, Nissan intentó una alianza con Honda. Pero los dos titanes no lograron acuerdos. El control de la nueva empresa que resultara de la fusión fue la manzana de la discordia. ¿Estaría en manos de Nissan o de Honda? La situación es incierta, por lo que en cualquier momento la empresa puede sorprender con otras novedades.
