Todos o casi todos los mamíferos grandes aprovechan cualquier oportunidad, cuando no hay un depredador cerca, para echar una siesta. Sin embargo, es común que se atribuya el invento de esta sana costumbre a la cultura española, que la exportó al Nuevo Mundo y que ha logrado colarse en otros pueblos del planeta.
Es un receso durante el día sumamente recomendable cuando el calor aprieta, como en los días de verano que están por llegar, y una manera de relajarse y recuperar energía para continuar con nuestra actividad diaria. Se sabe que esta costumbre puede ser contraproducente si la llevamos a cabo después de determinada hora.
No después de las tres de la tarde
Aunque la costumbre de la siesta se asocia con el sur de España, donde las primeras horas después del mediodía empujan a la mayoría a refugiarse en sus casas, en realidad se practica en todo el país, y probablemente en toda la cuenca del Mediterráneo. Allí donde los trabajos se suspenden para comer y esperar a que baje un poco el calor y la intensidad del sol.
Ahora, un experto en primeros auxilios, que además es un influencer con más de tres millones de seguidores, nos advierte que la siesta puede ser un problema, si se toma después de las tres de la tarde. “Es imprescindible que no la hagas después de las tres de la tarde, ya que afectará a tu sueño nocturno, que es el más importante”, afirma Miguel Assal. Y basa su afirmación en el hecho comprobado de que puede hacer más difícil conciliar el sueño durante la noche, o hacerlo más ligero.
Para este conocido influencer, que se desempeña como agente de emergencias SAMU, el mejor horario para dormir la siesta es entre 12:30 y 14:30. Hacerlo después de esa hora puede interrumpir nuestro ciclo diario, que después de las tres de la tarde comienza a prepararnos para el descanso nocturno.
Dormir menos es dormir mejor
Otra recomendación de Assal es no hacer siestas largas, sino de entre 10 y 30 minutos. Menos tiempo no nos ayuda a recuperarnos, pero pasar ese límite puede confundir al cuerpo y hacerlo entrar en fases más profundas, como las que se dan durante la noche, lo que puede hacer que nos levantemos con malestar y un poco desorientados. A muchos nos ha pasado esto, que cuando la siesta es demasiado larga nos levantamos malhumorados o con la sensación de no haber descansado.
En lo que sí coincide con médicos y especialistas es que las siestas son una práctica saludable, pues permite al cuerpo recuperarse, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad para trabajar y para concentrarnos mejor. Pero, eso sí, “recuerda, entre 10 y 30 minutos y entre 12:30 y 14:30, es lo ideal para adquirir todos los beneficios y generar una buena rutina”.
Ventajas y desventajas de dormir la siesta
De acuerdo con portales de medicina, como el de la Clínica Mayo, la siesta es una práctica benéfica para niños y adultos saludables, que puede mejorar nuestro desempeño durante el día, y hacernos sentir más descansados.
También favorece un mejor desempeño de la memoria y a mantener la concentración, y ayuda a mantener el buen humor y estado de ánimo en general. Por otro lado, y en esto coinciden también con Miguel Assal, siempre y cuando se hagan antes de las 3 de la tarde y no durante más de 30 minutos.
Las desventajas comienzan cuando superamos esta hora y lo hacemos durante más de 30 minutos, por las razones antes mencionadas. A lo que hay que agregar que necesitar siestas demasiado largas para recuperarnos puede ser un síntoma de que algo no está funcionando bien en nuestro cuerpo, en cuyo caso, es mejor consultar con un médico.
