En un sistema comercial internacional que se caracteriza por la competitividad y las transformaciones constantes, las empresas deben desarrollar estrategias de modernización para asegurar la permanencia y el crecimiento.
Las grandes compañías crean estrategias para mantenerse rentables. La mejora de la eficiencia operativa obliga a decisiones impostergables. La reducción de costos es una prioridad. La tecnología, los automatismos y la eliminación de procesos ineficientes son puntos clave para mantener el éxito del negocio.
En este camino se encuentra Domino’s Pizza, que comparte con Pizza Hut y Telepizza la mayor parte del mercado de la pizza en España.
La estrategia de cierre de locales como punto de partida para el crecimiento
La noticia de que Domino’s Pizza cerrará 200 locales ha sorprendido al mundo. Generalmente, los cierres de puntos de venta se asocian con fracasos empresariales. Cierran locales las empresas que viven dificultades económicas y que no pueden mantenerse en el mercado.
Pero no es este el caso de Domino’s Pizza. El cierre de locales obedece a restructura empresarial. La meta de la nueva estrategia es ahorrar unos 13,24 millones de euros en dos años, equivalentes a 14, 9 millones de dólares. La idea del proyecto es modernizar la gestión de Domino’s. En esta modernización se aspira a mejorar la sostenibilidad y a que haya menos gasto en costos operativos. Es decir, a potenciar la eficiencia.
¿Se perjudicará la calidad de las pizzas de Domino’s?
La empresa considera que estas mejoras permitirán un servicio moderno y ágil, muy adaptado a las expectativas de los consumidores de pizza modernos. El foco seguirá estando en la calidad de las pizzas, que han seducido a millones de personas. Por lo tanto, las pizzas mantendrán su perfil y no desmejorarán en calidad. Todo lo contrario. En el proceso de renovación, es probable que surjan nuevas ideas que entusiasmen más aún a los clientes.
El creador ideólogo de esta revolución empresarial es el CEO de la compañía Mark van Dyck. Con solo tres meses de desempeño en la empresa se juega su futuro con esta acción que ya está en marcha y de la que dependerá, en gran medida, el provenir de Domino’s Pizza.
El nuevo CEO llegó a la compañía con un conocimiento profundo de la realidad actual del mercado y de las fortalezas y debilidades de la empresa. Su proyecto se basa en el cierre definitivo de las tiendas que no son rentables para potenciar aquellas que aportan mejores rendimientos.
Con sus argumentos muy fundamentales, van Dyck ha convencido sin esfuerzo a los directivos de Domino’s, quienes han dado luz verde a la puesta en marcha del proceso de renovación. De acuerdo con los cálculos, Domino’s Pizza prevé ingresos netos sin impuestos de 84 millones de dólares para el segundo semestre de este año 2025.
¿Extrañará Japón a Domino’s Pizza?
De las 200 tiendas de Domino’s Pizza que se cierran, 172 están en Japón. Un 66 % son propiedad de la empresa, el resto franquicias. La mayoría de estas tiendas fueron abiertas durante la pandemia. En esos momentos, las entregas a domicilio aumentaron y Domino’s Pizza respondió con una atención más localizada. Pero en estos últimos años, muchas ubicaciones se volvieron insostenibles. La demanda disminuye y los costos aumentan con los altos niveles de inflación.
A pesar de estos cierres, Domino’ Pizzas mantiene su compromiso con el mercado japonés. Por lo tanto, quienes disfrutan de esta pizza podrán seguir consumiéndola. Desde aquellos años en los que los hermanos Monaghan decidieron invertir unos pocos dólares en una pizzería en Michigan, el desafío fue ofrecer la mejor experiencia a los clientes.
De esto hace ya 65 años y en la expansión la meta se mantiene en la actualidad. El motor es la calidad de sus productos y la experiencia de los clientes.