Las modas son cíclicas. Y este principio se cumple en casi todos los ámbitos de la vida. Modelos que han tenido gran auge en determinada época y se han vuelto caducos, resurgen renovados. Si bien mantienen líneas que recuerdan las del pasado, han recibido toques de modernidad que los revitalizan. Tiene lugar en la ropa, en los estilos de decoración y también en los vehículos. En este renacer, los modelos que resurgen han sido objeto de reinterpretaciones.
Se trata de coches que se adaptan a las nuevas expectativas, usos y costumbres de los compradores y vuelven a marcar tendencia. Esta vuelta a la vida tiene mucho de nostalgia para quienes conocieron por experiencia propia o por relatos los viejos modelos. Y la emocionalidad incide en las elecciones.
La práctica actual de reinstalar modelos antiguos rejuvenecidos
La práctica de recuperar lo tradicional y convertirlo en actual es bastante frecuente en algunas marcas de automóviles. Fiat y en Mini, por ejemplo, han tenido modelos que han sido icónicos en la historia automotriz. Dos de ellos fueron el Fiat 500 y la Mini Cooper.
Dos de estos modelos, que han cambiado en su momento el sector de los micro coches, son el Fiat 500 y la Mini Cooper. Ambos modelos, surgidos en la segunda mitad del siglo XIX, aportaron soluciones prácticas y accesibles a las necesidades de movilidad de las personas. Y han resurgido. Pero no son las únicas. Renault también incursiona en ese camino.
El renacer del Renault 4L potenciado en SUV
El Renault 4L, que muchos llamaban el “cuatro latas”, fue lanzado al mercado en 1961. Dejó de fabricarse en 1993. En España, fue un modelo adoptado especialmente en el ámbito rural de la época. Su diseño determinó que la gente de campo lo considerara muy adecuado para su contexto de movilidad. Era un coche con una suspensión alta y muy resistente, que permitía circular por los caminos de tierra propios del ambiente de campo. A esto se sumaba la tracción delantera que permitía maniobrar con seguridad.
Fue un coche multifunción y muy versátil, usado tanto para transportar cargas como personas. Y, por si todo esto fuera poco, era un coche accesible y muy económico, que no exigía grandes costes ni especializaciones para el mantenimiento.
La magia de Renault ha resucitado al 4L, convertido en una versión todoterreno, que ha recibido el nombre de Renault 4 Savane 4×4. Su carrocería y su diseño, tiene claras reminiscencias de la reliquia del pasado. Aunque tecnológicamente satisface las expectativas de los usuarios actuales más exigentes.
¿Qué características se destacan en el Renault 4 Savane?
Ajustándose a las exigencias de preservación ambiental, el Savane es un coche completamente eléctrico. Su carrocería, que mantiene un diseño simple con cinco puertas, mide 4,14 metros de largo. Cuenta con un motor trasero, que mejora la tracción.
Se fabrica con motores en dos versiones de potencia: 120 y150 caballos. Con estas potencias, el coche tiene una autonomía de 300 y 400 kilómetros respectivamente. Como rasgo a destacar, se menciona que mantiene la suspensión y la altura que determinan buena comodidad y circulación segura en todo tipo de terrenos difíciles. Como la mayor parte de los SUV, cuenta con paragolpes robustos tanto adelante como atrás. Junto a ello, marcando la estética atractiva, tiene barras en el techo y sobre las puertas.
El interior del Renault 4 Savane es más cuidado que el modelo en el que se inspiró. Incluye un equipamiento de multimedia de 10 pulgadas, con software Android Automotive y con las aplicaciones más populares. Por otro lado, no falta la Inteligencia Artificial en varios automatismos, entre ellos los asistentes de seguridad al conductor. Sin duda es un modelo de una familia que se supera con cada generación.
