Según la DGT, esta es una situación bastante común y que seguramente nos va a tocar durante las vacaciones del verano. Sucede que vamos por la carretera a una velocidad un poco por debajo de la velocidad límite y nos encontramos con un vehículo de la Guardia Civil, y nos atrapa la duda, ¿debemos adelantar o no?
Equivocarnos al tomar la decisión puede hacer que perdamos mucho tiempo, conduciendo a la misma velocidad que un coche oficial que no parece tener prisa. O bien puede hacer que terminemos pagando una multa de hasta 600 euros, por no hablar de los 6 puntos que nos pueden retirar del carnet de conducir.
Tratar a los coches oficiales como cualquier otro coche
Según el Reglamento General de Circulación, si nos encontramos en esta situación y el vehículo policial o sanitario no está emitiendo ninguna señal de advertencia, debemos tratar este vehículo como otro cualquiera. La Guardia Civil cuenta con cerca de 20.000 vehículos, de los que unos 5.000 se dedican al control del tráfico, por lo que es bastante seguro que nos encontremos con alguno si viajamos por carreteras y autopistas.
Al encontrarnos con uno de estos vehículos oficiales, si conduce por debajo del límite de velocidad podemos adelantarlo en la autopista por el canal izquierdo, siguiendo los pasos habituales; y si vamos por carretera podemos hacerlo si la línea no es continua. Es simple, podemos hacerlo siempre y cuando respetemos las reglas de tráfico.
Ocasiones en las que adelantar un coche de la Guardia Civil puede terminar en una multa
También es simple: las cosas no van a terminar bien si al adelantar un vehículo oficial estás haciendo algo indebido, la adelantas en un lugar donde no debías o lo haces excediendo el límite de velocidad. Una de las infracciones más comunes es adelantar el coche oficial pasando por encima del límite de velocidad. Si el coche de la Guardia va a 90 km/h y ese es el límite, la única manera de que lo adelantemos va a ser sobrepasándolo, y allí nos habremos ganado una multa con toda seguridad.
Otra cosa que es muy común, pero también ilegal, cuando conducimos por carreteras es manipular el móvil mientras conducimos. Es lógico que nos multen si lo hacemos junto a un coche oficial. Tampoco es conveniente hacerlo con el conductor o alguno de los pasajeros sin el cinturón de seguridad puesto, o adelantar haciendo una maniobra brusca que pueda poner en peligro a otros coches, o al coche policial.
Confirmado por la DGT: multas y pérdida de puntos
Podemos ser multados por todos los motivos antes mencionados sin que esté en la vía un coche oficial, aunque su presencia puede hacer que la infracción se considere más grave. Si la infracción se considera leve, la multa puede ser de unos 100 euros; si se considera grave puede costarnos entre 200 y 400 euros; y si se considera muy grave la multa puede alcanzar los 600 euros, y nos pueden retirar hasta 6 puntos del carnet de conducir.
Por ejemplo, si adelantamos una patrulla que iba al límite, a 90 km/h, y lo hacemos a poco más de 100 km/h, es probable que la infracción se considere grave y nos multen con 200 euros. Sin embargo, si lo hacemos a 150 km/h los agentes pueden considerar, con razón, que se trata de una infracción muy grave e imponernos la multa más alta, además de quitarnos los puntos.
Los coches de la policía, de la Guardia Civil y de la DGT deben verse como aliados y no como enemigos; están allí para hacer más seguras las carreteras y autopistas, no para sancionarnos o vigilarnos. Aunque eso es también parte de su trabajo.
