De acuerdo con un informe publicado, la pérdida de memoria y recuerdos forma parte de las manifestaciones progresivas que caracterizan los nueve niveles del Alzheimer. «Los pacientes tienden a olvidar primero los eventos recientes o la información que han aprendido recientemente», enfatizó una organización sin fines de lucro ubicada en Chicago, Estados Unidos. Asimismo, subrayó que es habitual que quienes padece la enfermedad también pierdan memoria sobre fechas o acontecimientos importantes. Incluso que haya síntomas de demencia.
«Es habitual que repitan constantemente las mismas preguntas, dependan de sistemas de apoyo para recordar o necesiten la ayuda de familiares para realizar actividades que antes podían manejar por sí mismos».
La experiencia de un paciente con Alzheimer al perder su primer recuerdo puede ser devastadora; no solo por la pérdida en sí misma, sino porque representa un hito que señala el comienzo de lo que está por venir. Es común que la persona experimente tristeza o confusión, como si de repente se encontrara desconectada de su entorno. Por esta razón, es fundamental que tenga un círculo de apoyo a su alrededor.
¿Cuál es el primer recuerdo que se desvanece?
Aunque el Alzheimer se presenta de maneras diversas y no afecta igual a todos los pacientes, un estudio de la Clínica de Mayo indica que los primeros recuerdos que se desvanecen son aquellos relacionados con la vida diaria. Los eventos más recientes, como ir a hacer las compras, haber tenido un determinado desayuno o haberse cruzado con alguien en la calle, son algunos de los recuerdos que suelen olvidarse.
La etapa inicial en la que una persona se da cuenta de su olvido puede resultar sumamente estresante, y es común que, con el paso del tiempo, manifiesten síntomas de depresión o desánimo. Por ello, es esencial que su entorno fomente la actividad del paciente mediante ejercicios de memoria. También puede ser beneficioso incentivar a la persona a relatar anécdotas de su vida que aún recuerda y valora. Es fundamental prestar atención a su bienestar emocional, ya que esto está íntimamente relacionado con el tratamiento médico que recibe.
Pérdidas cognitivas
Las afecciones cognitivas impactan a millones de individuos en el planeta. Entre estas condiciones, las más comunes incluyen el delirio, la demencia, la amnesia, el Alzheimer e incluso la enfermedad de Párkinson. Estos trastornos suelen iniciar con problemas en la atención, la concentración y la orientación. A medida que la enfermedad progresa, es posible que se produzcan alteraciones en el pensamiento y en la percepción, tanto de la propia identidad como del entorno circundante.
Síntomas y pérdidas progresivas con el alzhéimer
Recientemente, la Asociación de Alzheimer dio a conocer un estudio en el que se enumeran las señales iniciales que merecen nuestra atención. Estas señales podrían indicar el inicio de una enfermedad cognitiva, más allá de un simple lapsus de memoria.
En primer lugar, se menciona que una de las primeras cosas que se pierde en personas con Alzheimer es la memoria, lo que afecta su vida cotidiana, así como la dificultad para recordar información recientemente adquirida. Esto abarca también el hecho de no recordar fechas o acontecimientos significativos, repetir las mismas preguntas con frecuencia y depender cada vez más de recordatorios o de la ayuda de familiares para llevar a cabo actividades que antes realizaban de forma autónoma.
Además de este síntoma inicial, hay otros que también son importantes de considerar. Uno de ellos es el desafío que enfrentan al intentar planificar o solucionar problemas:
«Pueden experimentar dificultades para concentrarse, lo que puede hacer que les cueste más tiempo realizar actividades que solían hacer con facilidad», comenta esta asociación. Como resultado, esto puede llevar a una «dificultad para llevar a cabo tareas cotidianas».
Otro de los síntomas iniciales puede ser la dificultad para recordar la ubicación de un lugar o cómo se ha llegado allí. Además, algunas personas pueden experimentar problemas para interpretar imágenes visuales y entender las relaciones entre los objetos en su entorno. En esta etapa, es posible que también enfrenten alteraciones en la visión, dificultades para mantener el equilibrio o complicaciones al leer, así como problemas para evaluar distancias y distinguir colores o contrastes.
Las personas que padecen Alzheimer pueden enfrentar obstáculos al utilizar el lenguaje, tanto en su expresión oral como en la escrita. De hecho, también les resulta complicado llevar a cabo la tarea básica de mantener o participar en una charla.
Ubicar objetos en sitios inusuales es otro indicio a tener en cuenta
Esto implica que las personas pueden poner cosas fuera de su ubicación normal o incluso tener dificultad para retroceder y recuperarlas. Un signo más se refiere a las alteraciones en el juicio o en la capacidad de tomar decisiones. Asimismo, es posible que se alejen repentinamente de actividades sociales, de sus pasatiempos o del empleo, o que experimenten problemas para mantener el interés en un equipo o actividad que antes disfrutaban.
Por último, la organización menciona que se observan alteraciones notables en el estado de ánimo o en el carácter. Afirman que:
«Los individuos que padecen Alzheimer u otras formas de demencia pueden mostrar variaciones en su humor y personalidad. Es posible que se sientan desorientados, recelosos, tristes, asustados o inquietos. Además, pueden enfadarse con facilidad, ya sea en su hogar, con amigos o en entornos que les resulten desconocidos».