Considerada como una de las cinco mejores universidades del mundo, y uno de los grandes motivos de orgullo de Estados Unidos, nadie hubiera imaginado hasta hace pocos meses que Harvard en pleno, autoridades, docentes y estudiantes, terminaría enfrentada nada más y nada menos que al presidente de ese país.
Harvard es vista también como la universidad más rica del mundo, lo que no ha impedido que se rebele ante la presión del poder ejecutivo, que acaba de congelar fondos federales para esta universidad de alrededor de 2.200 millones de dólares.
Trump versus Harvard, Harvard versus Trump
El enfrentamiento entre la Administración Trump y las autoridades de la universidad se radicalizó cuando el gobierno presentó, el 14 de abril, una lista de condiciones que la universidad deberá cumplir si quiere seguir recibiendo fondos federales.
Entre las exigencias se encuentra vigilar las tendencias ideológicas de los estudiantes extranjeros, investigar al profesorado, eliminar los programas que promueven la diversidad y permitir que el gobierno revise y reformule los programas académicos que considera contrarios a la “diversidad de ideas”.
El gobierno de Trump alega que en Harvard y otras universidades se ha estado fomentando el antisemitismo, refiriéndose a las protestas por el conflicto de Gaza, las acciones del gobierno de Israel y el papel que juega Estados Unidos como aliado de Israel.
El presidente de la universidad. Alan Garber, acompañado por las autoridades, ha rechazado estas acusaciones y también se ha negado de forma tajante a cumplir con la lista de condiciones de la Administración Trump.
Como represalia, el gobierno de Trump congeló fondos federales que le corresponden a la universidad para el desarrollo de distintos proyectos; y además amenazó con eliminar la exención fiscal de la cual goza esta universidad.
La demanda
La universidad de Harvard está demandando al gobierno de Trump ante un tribunal federal, demanda que también incluye a Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud, y a la secretaria de Educación, Linda McMahon.
En el escrito presentado ante el tribunal federal, la universidad alega que las medidas de Trump vulneran la Primera Enmienda, pues atentan contra la autonomía académica y la libertad de expresión.
Tal y como se señala en el escrito: “El intento de coaccionar y controlar a Harvard ignora los principios fundamentales de la Primera Enmienda”.
La Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza la libertad de culto, y también la libertad de expresión, que es en lo que busca apoyarse la demanda de la universidad.
Garber no niega que se hayan producido manifestaciones antisemitas en la universidad, sobre todo entre los estudiantes, pero considera que hay maneras de manejar esta situación más racionales y legales que las que está adoptando el gobierno de Trump.
Cuáles serán las investigaciones afectadas
A propósito de esto, en la demanda se señala que:
“El gobierno no ha encontrado, ni puede encontrar, ninguna conexión racional entre las preocupaciones por el antisemitismo y las investigaciones médicas, científicas, tecnológicas y demás que ha congelado y que buscan salvar vidas estadounidenses, alentar el éxito estadounidense, proteger la seguridad estadounidense y mantener la posición de Estados Unidos como líder global en la innovación”.
La congelación de fondos afecta directamente a programas de investigación sobre el cáncer pediátrico, el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple.
En el escrito presentado ante el tribunal también se afirma que el gobierno:
“Tampoco ha admitido las graves consecuencia que la congelación indefinida de miles de millones de dólares en fondos federales para la investigación acarreará sobre los programas de investigación de Harvard, los beneficiarios de esas investigaciones y el interés nacional en extender el progreso y la innovación estadounidenses”.
