Este año muchas cosas podrían cambiar para el gran número de personas que están bajo alguna clase de tratamiento y requieren de un acceso más rápido y directo a medicamentos. Todo ello gracias a la aprobación inminente de la nueva ley del medicamento, que reforma el decreto de 2015, actualmente vigente.
Con la reforma ya no serán solo médicos, odontólogos y podólogos los que podrán prescribir medicamentos, sino también enfermeras y fisioterapeutas, que podrán hacerlo con medicinas relacionadas con sus competencias.
¿Por qué es importante esta medida?
En casi todos los países existen dos alternativas en torno a los fármacos: los de libre venta, sin prescripción, como algunos analgésicos, antipiréticos, jarabes, desinflamatorios y antigripales suaves. Y por otro lado, aquellos que solo pueden adquirirse con una receta expedida por profesionales de la salud: médicos, odontólogos y podólogos.
Es una forma de evitar la automedicación, las adicciones o el consumo incorrecto y peligroso de algunos productos farmacéuticos. Sin embargo, también puede ser un obstáculo para muchos pacientes sujetos a planes de salud, que deben esperar a ver al médico para obtener un fármaco que necesitan con urgencia.
Con la nueva ley, que podría estar aprobada antes del verano, personal de enfermería y fisioterapeutas podrán prescribir medicamentos “en el ámbito de sus competencias”. Es decir, que los fármacos prescritos tendrán que relacionarse directamente con la dolencia que estén tratando, y con la especialización del profesional de la salud.
Esta medida facilitará el acceso rápido a los medicamentos por los pacientes, aunque un real decreto establecerá claramente cuáles serán los que podrán prescribir enfermeras y fisioterapeutas.
Otros cambios con la nueva ley de medicamentos
Otra novedad a favor de los pacientes es que la nueva ley permite a los farmacéuticos reemplazar un medicamento por otro similar, cuando el primero no se encuentre. Y lo pueden hacer sin necesidad de que el paciente deba perder el tiempo volviendo al centro de salud para obtener una nueva prescripción.
Esto será posible cuando el fármaco se encuentre en una lista que permita estas sustituciones.
Otra novedad es que los pacientes podrán elegir el fármaco por principio activo y no por marca. Esto significa que podremos elegir un producto más económico que el prescrito por el médico, siempre y cuando tenga el mismo principio activo, y se encuentre en el rango de precios seleccionados.
También hay cambios a favor de los productores de medicamentos, como el de una mayor flexibilidad en los precios de los fármacos financiados por el Sistema Nacional de Salud.
De esta manera, los fabricantes podrán diferenciar su producto y ofrecer precios más competitivos, siempre y cuando garanticen el abastecimiento.
En la nueva ley también se incluyen normas regulatorias para mantener en el mercado medicamentos que se consideren estratégicos, y para garantizar su acceso.
Un cambio esperado que no se dio
Con esta nueva ley se esperaban cambios importantes en el sistema de copago farmacéutico, que permitiría que personas con menores ingresos pudieran pagar menos al adquirir los medicamentos prescritos en las recetas.
Pero aparentemente hubo desacuerdos entre los distintos ministerios que tienen competencia en este campo, y por el momento no se incluirán cambios en el actual sistema de copago.
La nueva propuesta, elaborada por el equipo de la ministra Mónica García Gómez, incluía más franjas salariales, con modificaciones que iban desde un 10% hasta un 65%, dependiendo de la renta.
Pero no hay que perder las esperanzas. En el Ministerio de Sanidad creen que el nuevo sistema de copago podría incorporarse a la ley cuando esta pase nuevamente por el Consejo de ministros, o durante su discusión para la aprobación en el Congreso de los Diputados.
