Es difícil conocer a alguien que haya estado en Portugal y no haya regresado con una toalla o con un juego de sábanas como souvenir, pues se trata de un país con fama mundial por la alta calidad de su lencería.
El país vecino goza de una gran tradición algodonera y es natural que también posean una gran experiencia en el cuidado que se debe proporcionar a estas piezas, para que se mantengan su apariencia y su suavidad.
La temperatura perfecta, según una empresa portuguesa
Portugal Natura es una reconocida empresa portuguesa especializada en elaborar toallas, sábanas, colchas, albornoces y otras prendas y accesorios para el dormitorio y el baño. La compañía se ha tomado el trabajo de indicar cuál es la temperatura a la que debemos lavar las toallas para que queden suaves y esponjosas, y tengan una vida más larga.
A todos los que lavamos toallas en lavadora nos ha pasado que quedan limpias, pero rígidas y ásperas, y a veces con el aspecto y la textura de un perro peludo mojado por la lluvia.
Son muchos los que creen que las toallas se ponen esponjosas gracias a las altas temperaturas de la secadora, pero esto solo es parcialmente verdad. En realidad, para que las toallas queden suaves hay que lavarlas a determinada temperatura, que según Portugal Natura está entre los 30 y 40 grados centígrados.
Un error común es lavar las toallas en la lavadora con el mismo ciclo que utilizamos para el resto de la ropa, y otro es poner el agua demasiado caliente. Hay que buscar el ciclo para tejidos de algodón y ajustar la temperatura entre 30 y 40 grados.
Hay toallas, como las blancas que se utilizan en hostelería, que están elaboradas de manera tal que puedan lavarse a 90°C y todos los días, como una manera de garantizar que no tengan bacterias.
En el caso de las toallas que usamos en casa, con las temperaturas antes mencionadas es suficiente para asegurarnos de que estén libres de microorganismos.
Otras recomendaciones
No todas las toallas son iguales y deben ser tratadas de la misma manera, de ahí la recomendación de revisar la etiqueta y seguir las indicaciones para no dañarlas. Además, para que se mantengan en buenas condiciones durante más tiempo.
Al lavar las toallas, conviene no mezclar colores y tampoco lavarlas con otras prendas de vestir.
Esta empresa portuguesa tampoco recomienda el uso de suavizante para las toallas de algodón. Los suavizantes tienen ingredientes abrasivos que pueden dañar las fibras y destruir el recubrimiento que hace que estas sean absorbentes. Solo debemos usar el detergente de nuestra preferencia.
No lavar las toallas de algodón peinado, micro algodón o bambú con temperaturas superiores a los 40°; es un hábito que acorta la vida útil de las toallas. Hay que tomarlo como una regla: a mayor temperatura mayor será el desgaste del tejido.
Cosas que hacer después de lavar las toallas
Una vez que hemos lavado las toallas, si vamos a usar la secadora, hay que hacerlo con la temperatura más baja y no dejarlas por demasiado tiempo. Si se dejan mucho tiempo en la secadora, pueden quedar rígidas.
Será mucho mejor si podemos secarlas al aire libre, en cuyo caso hay que hacerlo sin exponer las toallas directamente al sol, para evitar que queden apelmazadas.
Una vez secas hay que sacudirlas antes de guardar, para que recuperen su forma, y no apretarlas, para que se mantengan esponjosas.
Por último, no es común, pero hay quienes acostumbran a planchar las toallas para eliminar los restos de humedad. No es aconsejable, y se trata de una práctica que puede favorecer la aparición de moho y malos olores.
