Quizás sea influencia del cine estadounidense, que a menudo la imagen de una persona conduciendo sola un coche se identifica con conceptos como libertad de movimiento, independencia y fuerza. Pero los tiempos del conductor solitario podrían estar llegando a su fin, al menos en los grandes centros urbanos.
Es allí donde están las mayores concentraciones de coches y otros vehículos, y donde se producen los mayores atascos y problemas de tráfico. Por todo ello, es natural que la DGT esté explorando diferentes alternativas para reducir el volumen de coches en las zonas metropolitanas, y considere medidas como una que se ha adoptado recientemente en un país vecino.
París y el carril para dos o más personas
La medida que ha llamado la atención de Pere Navarro y de otros funcionarios de la Dirección General de Tráfico se implementará en París a partir del 1 de mayo. Consiste en habilitar carriles en determinadas zonas de la ciudad donde solo podrán circular coches que lleven dos o más personas.
Para este uso exclusivo se destinará un carril de la autopista de circunvalación, aunque no será todo el día, sino entre las 7:00 y las 10:30, y entre las 16:00 y las 20:00 horas.
De este modo, las autoridades francesas esperan reducir la circulación de vehículos en las horas de mayor afluencia, promover el uso compartido de los coches y disminuir los niveles de contaminación.
Y también habrá multas para aquellos conductores que pretendan aprovechar el carril libre y estén viajando solos en sus coches.
¿Qué dice la DGT?
En España, ya son varias las medidas establecidas por la DGT y por los ayuntamientos que tienen como objetivo reducir el número de coches que circulan por calles, avenidas y autopistas. Se trata de bajar también los niveles de contaminación causados por la emisión de gases de los escapes de los autos.
Medidas como la creación de las Zonas de Bajas Emisiones o el carril VAO (Vehículos de Alta Ocupación), que ya funcionan en ciudades como Barcelona, Madrid, Granada y Valencia, se acercan mucho o son acciones muy parecidas a las que proponen los franceses.
Por el VAO también pueden circular autobuses y otros vehículos de transporte público, ambulancias, vehículos policiales o de bomberos y coches con etiquetas B, C, Eco y Cero.
Si un coche circula sin cumplir ninguno de estos requisitos, o con solo una persona, la multa, según el artículo 76 de la Ley de Tráfico, Seguridad Vial y Circulación de Vehículos a Motor, puede ser de hasta 200 euros.
Pere Navarro habló con interés sobre la medida francesa durante el congreso de movilidad sostenible celebrado en Madrid en noviembre pasado, el Global Mobility Call. Además, afirmó que los días de los coches con un solo conductor en los grandes centros urbanos están en vías de desaparecer.
Señaló que cada vez está peor visto, y que no “nos podemos permitir mover cada día 1.500 kilos para desplazar a tan solo una persona”.
También utilizó una expresión que bien podría ser el lema de una no muy lejana campaña para hacer desaparecer los coches con un solo conductor: “El futuro será compartido, o no será”.
El tráfico urbano y la salud pública
El tráfico urbano no solo afecta física y mentalmente a los conductores y las personas que se encuentran atrapadas en él, sino también a aquellos que viven cerca de las avenidas y autopistas.
Por ejemplo, un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III, en Madrid, que incluyó los datos de más de 3.000 adultos, llegó a la conclusión de que las personas más expuestas al tráfico urbano envejecen más rápido y en condiciones menos saludables.
