La gastronomía internacional es un reflejo de la diversidad cultural y geográfica del mundo. Cada región del planeta tiene sus ingredientes, técnicas y sabores que la hacen única.
Desde la infancia, el paladar es moldeado por la comida que se consume habitualmente, lo que genera una preferencia por ciertos sabores y una menor tolerancia a otros.
En la actualidad las fronteras gastronómicas se han desdibujado. La globalización ha provocado que las cocinas del mundo intercambien productos y sabores, por lo que es común que se compartan preferencias más allá de las fronteras.
Las reacciones de las personas cuando prueban por primera vez un plato típico de un país que no es el suyo dependerán de su edad y de sus experiencias gastronómicas previas. Es probable que se basen en similitudes o contrastes con los sabores a los que está acostumbrada.
¿Qué piensan de la tortilla española quienes la prueban por primera vez?
En general, la mayoría de las personas que prueban la tortilla por primera vez opinan que es agradable debido a su textura suave y a su sabor equilibrado.
Los comensales primerizos suelen sorprenderse por la textura esponjosa y jugosa de la tortilla. Se asombran de que una combinación tan sencilla de ingredientes permita ese resultado.
Al verla, algunos esperan una consistencia más seca, parecida a la tortilla francesa o a un omelette. Cuando descubren la cremosidad interior de la tortilla española, especialmente cuando se prepara al estilo tradicional, quedan admirados.
Es interesante conocer la opinión de una abuela británica cuando, por primera vez, probó la tortilla española. Realiza una degustación minuciosa del plato y lo analiza para explicar su experiencia. Su nieto Tom, creador de contenido, ha publicado en TikTok un vídeo en el que presenta esa reacción de su abuela.
¿Qué muestra el vídeo publicado por Tom?
En el vídeo, la señora aparece sentada a la mesa esperando el momento de comer. Mientras, Tom va de aquí para allá preparando la tortilla de patatas. Al mismo tiempo explica a su abuela que el plato que está elaborando es una receta tradicional de España, hecha con huevos, patatas y cebollas. Detalla que las patatas y las cebollas son de primera calidad y que los huevos proceden de la granja.
Cuando la tortilla está lista, el joven la presenta ante su abuela. La mujer mira el plato con una expresión que es mezcla de curiosidad y escepticismo. Antes de probarla, Tom le explica, que, a su gusto, la mejor tortilla típicamente española debe estar líquida por dentro. Este comentario aumenta las expectativas de la abuela.
Por fin, ambos prueban la tortilla. A cortar un trozo con el tenedor, la abuela analiza la textura con detenimiento. Su primer comentario es sobre lo esponjosa que se ve, aunque confiesa que nunca había probado una combinación igual.
Al llevar el primer bocado a su boca, su expresión se vuelve mezcla de sorpresa y deleite. Lo mastica lentamente, intentando descubrir cada ingrediente. Tras ese primer bocado, asiente con la cabeza y deja claro que el sabor de agrada.
Con espíritu crítico reconoce que el sabor es más suave de lo que esperaba. Agrega que ella le pondría un poco más de sal, o incluso otros ingredientes como los que usa en sus elaboraciones en casa. «Solía pensar que era con un poco de bacon», llega a admitir. Pero admite que existe un equilibrio de sabores y que entiende por qué esa tortilla es tan popular en España.
Sigue comiendo su tortilla y parece que su entusiasmo crece. En un momento recuerda que alguna vez comió algo similar, pero con otros ingredientes. Además, se pregunta cómo sería preparar esa tortilla con su toque personal. Afirma que la disfrutó mucho. Termina diciendo que sigue prefiriendo la comida a la que está acostumbrada, aunque reconoce que la tortilla ha sido una grata sorpresa.
