Algunos conductores jóvenes, pero que ya se consideran experimentados, lo ven como una marca vergonzosa y hasta se arriesgan a pagar una multa de 100 euros por no llevarla, como si de alguna manera esta señal pusiera en duda su capacidad para conducir.
Nos referimos a la letra “L”, que todo conductor que acaba de obtener la licencia de conducir debe llevar en la parte trasera del coche durante sus primeros 12 meses como conductor.
La letra “L”
Esta letra, que debe ir en un lugar bien visible en la parte superior izquierda de la luna trasera y cumplir con los requisitos de la DGT, se debe llevar de forma obligatoria durante los primeros 365 días, después de haber obtenido el carnet de conducir.
La letra es herencia de la cultura inglesa, pues es “L” por “Learning”, que significa “Aprendiendo”, y se puede adquirir en la autoescuela, en gasolineras, tiendas de repuestos y supermercados, y a través de tiendas online.
La letra tiene que cumplir con ciertas medidas y características impuestas por la DGT. Debe ser de 19,5 cm de alto por 15 cm de ancho, la letra, de 15 x 10,5 cm, y tener un trazo de 3 cm de grosor, el fondo debe ser blanco y verde. Además, tiene que estar impresa en aluminio de 1,4 mm, o en materiales con las mismas características.
¿Por qué la letra “L”?
Es probable que el rechazo que produce el uso de esta letra esté más relacionado con la edad que con la experiencia: no es lo mismo llevarla a los 18 años que cuando sacamos la licencia por primera vez a los 30.
Lo cierto es que es una obligación legal, no algo que podemos elegir no hacer, y tiene bastante sentido. En la práctica, se trata de hacer saber al resto de los conductores que el conductor del coche con esta letra no es un sujeto experimentado y que, por lo tanto, hay que estar más atentos a sus movimientos y a los nuestros.
Y es también una señal de aviso a las autoridades, para ser un poco más tolerantes en situaciones donde no estén poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás. Además, de que deben ayudar al conductor en su proceso de aprendizaje y de acumulación de experiencias en la conducción.
Cosas que debemos saber cuando somos conductores noveles
Más allá del uso de la letra “L”, hay otras condiciones con las que deben cumplir los conductores durante su primer año y que a menudo no se mencionan.
Por ejemplo, con los conductores jóvenes, el límite para el consumo de alcohol es prácticamente cero, o más bien, de 0,3 g/l en la sangre, y de 0,15 mg/l en aire. Si sirve de consuelo, pronto los límites serán aún más estrictos para todos los conductores. Lo mejor que podemos hacer es no beber nada de alcohol si vamos a conducir.
Otro dato del carnet por puntos es que, durante el primer año, en el carnet solo vamos a tener 8 puntos, que ascenderán a 12 el segundo año y a 14 el tercero; y si en tres años no hemos cometido infracciones llegaremos a los 15 puntos.
Otra regla no escrita sobre los límites de velocidad: aunque estos límites son los mismos en carreteras y autopistas para conductores jóvenes y experimentados, se ha comprobado que el segundo año después de obtener la licencia hay mayores probabilidades de tener un accidente por exceso de velocidad.
Estos accidentes pueden deberse a que el conductor, que ya no lleva la letra “L” en la luna trasera, se considera ya un conductor experimentado y baja el nivel de atención que debe mantener al conducir. No olvidemos que aunque ya no lleve la letra sigue siendo novato.