No hay argumentos que sirvan como excusas para circular con la ITV vencida o caducada. Para la Dirección General de Tráfico, la Inspección Técnica de vehículos es un tema prioritario en sus estrategias para garantizar la seguridad vial y las emisiones contaminantes.
Si en un control los agentes de tráfico se dan cuenta de que el vehículo no tiene la ITV en regla, no tendrán compasión. Castigarán al infractor aplicando una multa, aunque también podrán tomar otras medidas drásticas. Una de ellas es inmovilizar el vehículo. Otra es retirar el carnet de conducir hasta que se actualice la inspección.
Muchas veces, los conductores expresan que han querido agendarse para poner al día la ITV, pero puede suceder que las plazas disponibles siempre están saturadas. En otros casos, tienen la cita programada, pero todavía no ha llegado el día.
La DGT no acepta estas excusas. La premisa es que no se puede circular con la ITV vencida, y en esta obligación se centran.
¿Es válido para la DGT que el conductor circule con constancia de cita para renovar la ITV vencida?
Circular con la ITV caducada, aunque se tenga una cita programada para la renovación, sigue considerándose una infracción que merece sanciones. La reglamentación es clara y establece que los vehículos deben tener la ITV en vigor en todo momento.
La normativa no tiene excepciones para quienes tengan cita y circulen con la ITV caducada. Si el inspector de tráfico detecta que un vehículo circula con la ITV caducada, impondrá la multa de 200 euros, que será de 500 si tiene más de un año de vencida. Y esta sanción no se perdona, aunque el conductor presente constancia de que tiene cita.
También en controles automatizados, como los radares con lector de matrículas, el sistema puede registrar la infracción y generar la sanción automáticamente.
¿Qué pasa si el conductor va camino a la estación de inspección con la ITV caducada?
Una situación especial es la del del conductor que, en camino a la estación de inspección para renovar la ITV, es detenido por un agente de tráfico. En este caso, si el conductor demuestra que tiene la cita, el agente puede omitir la sanción. Pero esto no siempre ocurre.
Por lo tanto, si se circula para ir a la inspección, se debe llevar el comprobante de la cita. Puede ocurrir que la inspección resulte desfavorable. Entonces, el conductor podrá circular hasta un taller para realizar las reparaciones necesaria. Posteriormente volverá a pasar la revisión.
Mientras no apruebe la ITV, el coche no podrá circular.
¿Por qué la DGT le da tanta importancia a la Inspección Técnica Vehicular?
En el plan estratégico de la DGT para reducir la siniestralidad y garantizar la seguridad en el tráfico, la ITV es una herramienta fundamental. Existen tres factores claves que son causa de accidentes de tráfico. Uno es el comportamiento del conductor, otro es la infraestructura vial. Y el tercero es el estado de los vehículos.
Para cada uno de los factores, la DGT dispone de medidas de control. Los fallos mecánicos, neumáticos en mal estado, problemas en el sistema de frenos o defectos en la iluminación, son causas que provocan accidentes de tráfico.
El objetivo de la Inspección Técnica Vehicular, que se realiza periódicamente, es asegurar que los vehículos cumplen con los requisitos técnicos necesarios para circular de manera segura.
Con esta medida, también se cumple con la normativa de la UE que regula las emisiones de gases contaminantes. Además del estado del vehículo, en la ITV se controla si cumple con los límites de emisiones establecidos por la normativa europea.
El mejor consejo es anticipar el vencimiento y gestionar la cita con suficiente antelación para la ITV.