En la actualidad, con la digitalización e internet la llegada de mensajería física es cada vez menos frecuente. Pero como todavía llegan sobres por la vía postal, hay que revisar el buzón.
Esta es una tarea que las personas asumen de diferente manera. Para algunos, el simple acto de revisar el buzón puede generar una sensación de curiosidad.
Esperen o no correspondencia anunciada, estas personas se preguntan si habrá alguna carta importante, una notificación o una oferta interesante. A veces, hasta surge una cierta emoción cuando descubren una invitación especial o algún paquete inesperado.
Hay otras personas que no le prestan atención al buzón y que lo revisan de vez en cuando, esporádicamente.
Sin embargo, el hecho de que el medio físico sea cada vez menos utilizado no evita que también en los buzones se realicen estafas.
¿Cómo puede un usuario reconocer una estafa en su buzón?
Frecuentemente se oye hablar de estafas por Facebook, Instagram, WhatsApp. Las empresas que se ven implicadas en estas maniobras de los estafadores alertan a la gente. Además, en las redes sociales suelen difundirse casos que advierten sobre estos delitos.
Pero no todo el mundo conoce que hay estafas que se realizan a través de un mensaje que se entregan en un buzón. Suelen adoptar diversas formas, pero todas comparten el mismo objetivo, que es engañar al destinatario para obtener dinero o información personal.
Entre las estafas más comunes se encuentran las cartas fraudulentas en las que se incluyen amenazas de multas, advertencias sobre cuentas bloqueadas o solicitudes urgentes de pago. El objetivo es generar pánico y hacer que la víctima actúe con urgencia sin verificar la autenticidad del aviso.
Otra modalidad es la de premios falsos o herencias. En estos casos siempre hay que pagar cierta suma para acceder al premio o bienes heredados. Falsas facturas, avisos de deudas inexistentes, promesas de oportunidades financieras que solicitan inversión, son otras tantas trampas.
Atención a las cartas naranjas que aparecen en el buzón
Es necesario tratar con especial cautela unas cartas naranjas que aparecen en el buzón. Estas cartas tienen un diseño llamativo, con colores intensos y suelen incluir frases alarmantes. De esta manera buscan captar la atención del destinatario y lo impulsan a abrirlas inmediatamente y a actuar.
Generalmente, el sobre no tiene un remitente claro o se suplanta la identidad de un organismo gubernamental, de un banco o empresa famosa. El contenido de estas cartas puede variar.
Algunos mensajes indican que el receptor debe realizar un pago inmediato para evitar sanciones o la cancelación de un servicio. Un aspecto clave es el uso de un lenguaje intimidante o confuso.
Abundan los términos legales o administrativos complejos. Intentan generar miedo o confusión, especialmente en gente mayor o que no está consciente de las estafas.
Para ello, se usan palabras intimidantes, como “Urgente”, “Última oportunidad” “Plazo final” “embargo”, “penalización”, “multa” y otras por el estilo. Ejercen presión psicológica sobre quien la recibe para que actúe de inmediato.
Un dato a destacar es que pueden incluir códigos QR o enlaces que dirigen a sitios web fraudulentos que hacen efectiva la estafa.
¿Qué hacer si se recibe una carta naranja en el buzón?
Quienes reciban una carta de este tipo, deben actuar con calma y precaución para no caer en la trampa. Lo primero es analizar el contenido de la carta. Es fundamental no seguir ninguna de las instrucciones que se indiquen, sea llamada telefónica, ingreso a web o escanear QR.
Es aconsejable verificar la información contactando directamente con la empresa o entidad que supuestamente la envió, utilizando teléfonos oficiales. Si la carta es fraudulenta, lo mejor es destruirla. También es posible reportarla a la policía.
