En verano, la temperatura dentro de un coche y especialmente cuando ha estado estacionado bajo el sol, puede aumentar rápidamente en cuestión de minutos. El coche se transforma en una especie de invernadero que atrapa el calor y eleva la sensación térmica mucho más allá de la temperatura exterior.
Esto ocurre porque el parabrisas y las ventanas, además de la carrocería en su conjunto, permiten la entrada de la radiación solar, pero impiden que el calor escape con la misma facilidad.
Ese calor que abrasa al conductor y a los pasajeros cuando suben al vehículo, no solo afecta la comodidad, sino que puede tener efectos negativos en la capacidad de reacción y concentración del conductor.
El problema se agrava porque suele suceder que el conductor, para no perder tiempo, sube al coche, arranca y marcha. No dedica algunos minutos a ventilar el vehículo.
Exponerse a estas condiciones térmicas puede provocar fatiga, mareos, disminución en la atención, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes. Lo que muchos conductores no saben es que, la mayoría de los coches tienen un botón que refresca el coche y mejora la calidad del aire en minutos.
¿Cuál es el botón que refresca el coche y mejora la calidad del aire en minutos?
Es el botón de recirculación, que está señalizado con una flecha en dirección al interior del vehículo. Este botón controla el flujo de aire dentro del habitáculo.
Cuando está activado, el sistema de ventilación deja de tomar aire del exterior y reutiliza el aire que ya está dentro del vehículo. El aire se va enfriando y recircula por el interior del coche.
Su uso es especialmente útil en días muy calurosos, permite que el aire acondicionado enfríe el interior con mayor rapidez y eficiencia. No entra aire del interior y, por lo tanto, el sistema tarda menos en enfriar el vehículo.
¿Cuál es la explicación de que activando el botón de recirculación el aire interior se enfríe más rápidamente?
Cuando existen altas temperaturas, el compresor del vehículo debe trabajar intensamente para enfriar ese aire caliente exterior y enviarlo frío al interior. Al activar el botón se alivia la carga del compresor, porque el sistema acondicionador solo se ocupa de enfriar el aire que ya está adentro del vehículo.
También es recomendable activarlo al pasar por zonas con mucho humo, polvo, malos olores o contaminación. Estos agentes molestos y perjudiciales no ingresarán al vehículo.
El uso de este botón beneficiará también la eficiencia del coche, ya que se gastará menos combustible. El compresor del aire acondicionado consume energía que toma del motor, al que le resta potencia, Si el compresor trabaja menor, consume menos.
¿Se debe usar el botón de recirculación activado todo el tiempo?
El botón de recirculación no puede estar encendido durante largos períodos de tiempo. Los expertos sugieren no tenerlo activado más de 10 minutos. De lo contrario, puede generar acumulación de humedad que empañará los vidrios.
Además, como no ingresa aire del exterior, el oxígeno no se renueva, perjudicándose la calidad del aire en el interior. Por eso, en trayectos largos o cuando el clima no es de calor extremo, es recomendable alternar el botón de recirculación activado con la entrada de aire fresco del exterior.
No es recomendable activarlo cuando en el coche viaja un fumador, porque el humo del tabaco perjudica os evaporadores del climatizador.
En coches con cierta antigüedad, es posible que existan dos botones de recirculación. Uno de ellos cierra el ingreso de aire del exterior, tiene la flecha en el interior de la silueta del coche. El otro tiene una flecha que señala que desde afuera entra en el habitáculo del vehículo. Este último desactiva la recirculación y permite el ingreso del aire exterior. La funcionalidad es la misma.
El botón de recirculación pasa inadvertido, sin embargo tiene una utilidad fundamental especialmente en el verano.