En poco más de un siglo pasamos de los coches con motores que arrancaban dando vuelta a una manivela, a máquinas que comienzan a ronronear apenas presionamos un botón y sin siquiera haber llegado a él. La tecnología automotriz se ha desarrollado de forma extraordinaria, pero hay cosas que han cambiado poco, al menos cuando se trata de motores que utilizan gasolina o diésel.
Son máquinas poderosas aparentemente sencillas de conducir y de mantener, a las que solo hay que poner gasolina, agua y muy de vez en cuando aceite y otros aditivos. Claro que también es necesario conocer un poco más lo que tenemos entre manos cuando nos ponemos al frente del volante, y evitar ciertas prácticas que pueden acortar la vida de nuestro coche.
Una costumbre que acorta la vida del motor
En esta ocasión, el consejo viene de una red social, TikTok, en un vídeo de @auto.carrascosa, donde describen un error muy común entre gran parte de los conductores, como es el de arrancar el coche en la mañana y comenzar a rodar de inmediato.
Al hacer esto forzamos y desgastamos una de las partes más importantes del coche, como es el motor. En el vídeo afirman que:
“Cuando arrancas en frío el aceite aún no ha llegado a todas las piezas del motor. Si aceleras demasiado pronto, las bielas, el cigüeñal y pistones trabajan sin la lubricación adecuada”.
Según el mecánico, esta práctica inadecuada hace que haya una mayor fricción, pues el aceite todavía no está circulando. Esto a su vez puede causar un sobrecalentamiento y un mayor desgaste de las piezas del motor, y llevar a una reparación que puede ser bastante costosa.
“Para que te hagas una idea, una reparación de estas características puede rondar entre los 2.000 y los 5.000 euros”.
Naturalmente, estamos hablando de coches de motor que se alimentan con gasolina o diésel, no de los coches 100% eléctricos, que funcionan de otra manera.
¿Qué debemos hacer para no dañar el motor?
La solución que propone el experto es bastante sencilla, encender el coche y esperar entre 30 y 40 segundos antes de acelerar, de esta manera el aceite ya se encontrará más fluido y circulando entre las piezas móviles del motor puede:
- Aumentar innecesariamente el consumo de combustible, a causa de la fricción sin lubricación, que hace que el motor necesite más gasolina, o diésel.
- La fricción sin aceite hace que las piezas sufran un desgaste prematuro, acortando su vida útil.
- Puede causar daños en piezas fundamentales del motor, como los cilindros, bielas y pistones.
Todo esto puede hacer que el coche termine en el taller antes de tiempo, y que debamos hacer reparaciones en el motor, que pueden ser las más costosas en un coche.
Importancia del aceite en la vida de nuestro coche
Estamos más pendientes de otros fluidos que necesita nuestro coche, y que también son importantes, como la gasolina, el agua, el refrigerante o el líquido de los frenos, y prestamos poca atención al aceite de motor. De hecho, pensamos en él una o dos veces al año, cuando corresponde cambiarlo.
Sin embargo, se trata de un componente fundamental para la vida del motor, tal y como acabamos de ver. Se lubrican las partes móviles y reducen la fricción y los roces, así como actúa como refrigerante al disipar el calor en el interior del motor. Junto a ello, evita la corrosión y elimina las impurezas, que se van quedando en el filtro del aceite.
Como hemos visto, para que el aceite haga su trabajo desde el principio hay que hacer caso a la recomendación: esperar entre 30 y 40 segundos antes de acelerar, cuando el motor ya se ha calentado.