Es uno de esos dramas domésticos casi inevitables, el de esa distracción que ha hecho que una preparación se nos pase y una de nuestras ollas preferidas termine con una costra que no podemos sacar, y que prácticamente la inutiliza. Son esas piezas de cocina que terminan escondidas en el fondo de los estantes, a punto de ser descartadas por completo.
La solución no es deshacernos de la olla quemada, pues afortunadamente existen alternativas y diferentes maneras de recuperarla, trucos para eliminar la costra y para devolverles el brillo y su funcionalidad.
No todas las ollas pueden ser tratadas de la misma manera
Un primer paso antes de intentar recuperar una pieza de cocina es saber de qué material está hecha, para no dañarla aún más en el intento de recuperación.
Un ejemplo: está completamente contraindicado utilizar estropajo metálico para limpiar una olla o sartén recubierta con material antiadherente, ya que es bastante probable que terminemos dañándola. En estos casos, se recomienda el uso de esponjas o de otra clase de instrumento que no dañe la capa.
El estropajo metálico se puede usar con ollas de barro, hierro, aluminio o acero inoxidable, solo cuando la costra está demasiado pegada. La recomendación general, para no rayar las ollas, es dejarlas en remojo en agua con detergente antes de comenzar a tratar de quitar la costra, y utilizar inicialmente una esponja o un cepillo con cerdas suaves.
Los trucos para recuperar una olla quemada
El truco para recuperar esa olla quemada con la que alguna vez nos rendimos, y que terminó en un rincón de la cocina, es ser paciente y aplicar alguna de las soluciones que se mencionan y describen a continuación. En primer lugar, tratar de aflojar la costra producida por la quemadura remojando la parte quemada con agua caliente y lavaplatos. Cuanto más tardemos en hacer esto, más difícil será ablandar la costra y más se aferrará esta a la superficie de la olla.
También se puede aplicar productos desengrasantes, que son bastante eficientes para aflojar costras y grasa pegada.
Otra solución casera que casi nunca falla se basa en el uso combinado de bicarbonato y vinagre: aplicar bastante bicarbonato en la zona quemada de la olla y luego verter vinagre blanco. A continuación, esperar entre 10 y 15 minutos antes de comenzar a retirar los restos con una esponja o un estropajo. Aunque estos ingredientes no generan reacciones tóxicas, es recomendable utilizarlos en espacios aireados.
Si el bicarbonato y el vinagre no logran su cometido, es posible que haya llegado la hora de utilizar los limones. El ácido cítrico puede descomponer los residuos y otros componentes pegados a la olla; solo hay que llenar la olla con agua caliente y zumo de limón, y dejarlo actuar durante unos 30 minutos. Una vez que el limón haya hecho su trabajo solo hay que terminar de lavar la olla utilizando un lavaplatos y una esponja.
Otro ingrediente que tenemos en casa y que sirve para eliminar costras pegadas es la sal. Habría que tratar de eliminar los residuos más fáciles, luego cubrir con agua la parte quemada, añadir dos cucharadas de sal, y dejar que actúe durante treinta minutos. Pasado este tiempo frotar con una esponja.
Si esto no funciona, se puede calentar el agua con sal y dejar que hierva un par de minutos; y una vez que se enfríe retirar la parte quemada con una esponja.
Bicarbonato, vinagre, limón o sal, son todos insumos que nunca faltan en las cocinas. Una vez que usemos cualquiera de ellos no olvidemos enjuagar bien la olla, y luego secarla con un paño limpio, para recuperar su brillo.