Son importantes todo el conocimiento y habilidades que adquirimos cuando aprendemos a conducir. Es decir, desde dirigir a gran velocidad máquinas que pesan más de una tonelada, hasta saber cómo cambiar un neumático o conducir en medio de condiciones adversas, como lluvia, niebla, o durante la noche.
Una de estas habilidades, que no todos manejan con la misma facilidad y que puede hacer que terminemos cometiendo una infracción, es la del uso de las luces, especialmente cuando no parecen ser necesarias, sobre todo durante el día.
El mal uso de las luces puede llevar a multas de hasta 200 euros
Algunos vehículos, como ciclomotores y motocicletas, están obligados a llevar las luces encendidas de día, aunque deben ser las luces de cruce o de corto alcance, para hacerse visibles sin deslumbrar a otros conductores.
Pero no es así con los coches y otros vehículos automotores, donde no es necesario usarlas a menos que se presenten condiciones que hagan recomendable encenderlas.
Un coche debe usar las luces durante el día cuando transita por un túnel, o cuando se cruza con otro vehículo en condiciones de baja visibilidad por lluvia, niebla o humo. En estos casos, es obligatorio encender las luces, y no hacerlo puede conllevar multas hasta de 200 euros.
El uso de las luces cortas en un vehículo durante el día se ha hecho muy común porque muchos de los nuevos modelos activan las luces automáticamente cuando se enciende el vehículo. En este sentido, si se trata de las luces cortas no debería haber ningún problema, pero sí hay que estar atentos con las luces largas, que pueden confundir o deslumbrar a otros conductores.
Otros usos inadecuados de las luces
Es recomendable repasar cada cierto tiempo el Reglamento de Circulación, sobre todo cuando tenemos dudas, o queremos recordar qué normas aplican en determinadas situaciones.
Por ejemplo, pocos saben que constituye una infracción repostar combustible en una estación de servicio con las luces encendidas. Se trata de una infracción leve, y por eso la multa es solo de 80 euros.
Otra infracción bastante frecuente es la del uso de los faros antiniebla cuando no es necesario, cuando no hay niebla, humo o una lluvia intensa. Esta luz es muy fuerte en condiciones normales y puede perturbar a otros conductores.
Circular con un faro dañado o con las luces que iluminan la matrícula fundidas, también es motivo de multas y sanciones.
En ambos casos, la multa es de 200 euros y es lógico que así sea: un faro apagado reduce la visión del camino y puede confundir a otros conductores. Por otra parte, la iluminación de la matrícula para que pueda ser vista por las autoridades y por otros conductores es obligatoria.
Hacer ráfagas de forma insistente como advertencia es también una infracción, porque puede deslumbrar a otros conductores y hasta provocar un accidente.
Las ráfagas se deben hacer de forma breve, y solo cuando se vaya a adelantar o para advertir a otros conductores de algún peligro en la carretera. La multa por un mal uso de las ráfagas es de 80 euros, pues se considera una falta leve.
El uso de las luces en otros lugares del mundo
Existen varios países donde las luces de circulación diurna son obligatorias. Es esta una práctica que comenzó en los países escandinavos, donde tiene cierta lógica, pues tienen períodos prolongados del año en que la luz diurna es muy baja. Después se ha extendido a otras naciones, pero por razones de seguridad.
En Europa, diversos países recomiendan y en algunos casos exigen el uso de las luces diurnas o de corto alcance, sobre todo en invierno, o cuando se circula fuera de zonas pobladas, como Irlanda, Hungría, Italia y Rumania. Igualmente hay provincias en Argentina, como Córdoba, donde es obligatorio encender las luces cortas durante el día.
