El insomnio y las dificultades para conciliar el sueño son un mal frecuente en mucha gente. Se han difundido diversas técnicas de respiración, de concentración mental, de meditación, que se anuncian como la solución a este problema.
En general, son estrategias con las que se intenta distraer la mente y quitar de ella los pensamientos que la ocupan, que son los responsables de que el sueño no llegue.
Hay quienes cuentan ovejitas, otros beben infusiones de hierbas naturales. Y por supuesto están los que, desesperados porque nada produce el efecto deseado, toman pastillas para dormir.
Sin embargo, pocos conocen que algunas posturas de yoga son muy efectivas para facilitar el sueño y el buen descanso.
¿Cuáles son las 9 posturas de yoga que facilitar el sueño?
El yoga es una práctica milenaria que combina movimiento, respiración y meditación. Esta conexión entre cuerpo y mente permite reducir los niveles de estrés y de ansiedad, que son dos factores que inciden profundamente en la calidad del sueño.
Practicar yoga antes de dormir es una excelente forma de relajar el cuerpo y la mente, facilitando un sueño profundo y reparador. En especial, hay algunas posturas que ayudan a liberar tensiones acumuladas durante el día. Con ellas el sistema nervioso se prepara para el descanso.
Entre las múltiples posturas que se realizan en el yoga, hay algunas que se consideran restaurativas. La persona se mantiene durante varios minutos en una misma posición, a veces con apoyo de almohadones, y esta postura favorece la relajación profunda al activar el sistema nervioso parasimpático, responsable del descanso y la recuperación. Vamos a destacar las siguientes:
- La Balasana, conocida como postura del niño, permite el estiramiento suave y la conexión con la respiración. Arrodillada en el suelo con las rodillas juntas y los pies tocándose detrás, la persona exhala y lleva el torso hacia adelante hasta apoyar el abdomen sobre los muslos. La frente descansa suavemente en el suelo.
- La postura del perro boca abajo, Adho Mukha Svanasana, comienza en posición de cuatro patas. Al exhalar, se empujan las manos contra al suelo, se elevan las caderas hacia el techo y se estiran las piernas. El cuerpo forma una V invertida.
- La postura de la pinza sentada, Paschimottanasana, se basa en la flexión hacia adelante. Se logra un estiramiento profundo de la parte posterior del cuerpo.
- La postura de la pinza de pie, Uttanasana, Es una flexión hacia adelante que se realiza desde la posición de pie. También estira profundamente la parte posterior del cuerpo.
- La postura de la vela, Sarvangasana, es un clásico del yoga. Consiste en elevar el cuerpo sobre los hombros con las piernas extendidas hacia el cielo. Las manos sostienen la zona lumbar. El punto de partida es estar acostado boca arriba. Se prioriza la elongación de la columna y se estimula la glándula tiroides.
- La postura fácil, Sukhasana, es una postura habitual para meditación. La persona se sienta en el suelo y cruza las piernas dejando que las rodillas caigan hacia los lados. La columna debe mantenerse erguida. Es una postura que contribuye a la serenidad.
- La postura del cadáver, Savasana, se realiza acostado boca arriba con las piernas estiradas, ligeramente separadas. Los brazos descansan a lo largo del cuerpo y la cabeza permanece centrada. Se debe combinar con la concentración en la respiración. Es una postura de relajación, que libera al cuerpo de tensiones.
- La postura del bebé feliz, Ananda Balasana, se hace acostado sobre la espalda. Al exhalar, se llevan las rodillas hacia el pecho y las plantas de los pies quedan hacia arriba. Es sumamente relajante y calma el sistema nervioso.
- Postura del gato, Chakravakasana, se realiza en cuatro patas. Incluye una secuencia de estiramientos, entre los que se destaca el arqueado suave de la espalda.
Practicar estas posturas de yoga alivia las tensiones físicas y mentales. No se necesitan habilidades especiales y son un buen recurso a la hora del descanso.
