Uno de los problemas durante la estación invernal es el de cómo conseguir que una o más prendas de vestir se sequen bien sin utilizar la secadora, pues parece un excesivo gasto de electricidad para secar apenas un par de prendas. Y de nada sirve colgarla, porque el frío, la humedad y la falta de sol no ayudan, y el secado lleva más tiempo.
Una manera práctica de acelerar el secado de la ropa o de secarla casi por completo, es utilizar algunas técnicas que son producto del ingenio, de la sabiduría popular y hasta de experiencias como el servicio militar, como es el caso del truco de la toalla para secar una prenda rápidamente.
El truco de la toalla
Los que recomiendan esta técnica dicen haberlo aprendido mientras hacían la mili, el servicio militar. Era en ese servicio cuando el limitado número de prendas obligaba a improvisar, para tener ropa de cambio limpia y seca rápidamente, incluso en invierno.
El truco consiste en extender una toalla limpia, preferiblemente grande, sobre una superficie horizontal y lisa. Después hay que extender encima la prenda que se pretende secar y luego enrollar la toalla de manera que la ropa quede completamente envuelta. Por último tomar la toalla y retorcerla con ambas manos, primero en un sentido, manteniendo la presión por unos segundos, y después en sentido opuesto y de nuevo manteniendo la presión durante un momento.
Al desenvolver, la pieza deberá estar casi completamente seca, pues toda la humedad se habrá pasado a la toalla.
El truco de la toalla y la plancha
Una variante de este truco implica el uso de una plancha eléctrica. En este caso, se extiende sobre una superficie lisa la pieza de ropa que se quiere secar, y se pone encima de ella una toalla de algodón. A continuación, calentamos la plancha a temperatura media-alta y sin utilizar vapor la pasamos repetidas veces sobre la toalla, hasta lograr que esté completamente seca.
En este caso, el calor hará que la humedad de la prenda se transfiera a la toalla, pero es importante no usar las temperaturas muy altas de la plancha, y tampoco dejar la plancha demasiado tiempo en un solo punto. Sobre todo para evitar quemaduras en la toalla o hasta en la prenda. Al concluir, hay que colgar la prenda en un espacio aireado para que se termine de secar.
Ninguna de las dos versiones del truco logra un secado completo, pero retira la mayor parte de la humedad, y es posible que tengamos seca la pieza que necesitamos en poco más de 15 minutos.
Otros trucos para secar la ropa en invierno
- Utilizar deshumidificadores. El uso de estos equipos, que ayudan a reducir la humedad en las habitaciones, también puede facilitar un secado más rápido, pues el aire seco absorberá la humedad presente en la ropa tendida.
- Utilizar perchas para camisas y vestidos, en vez de colgar la ropa directamente sobre la cuerda o el alambre; de este modo habrá una mejor circulación de aire y las prendas tendrán menos arrugas.
- Otra manera de lograr un secado uniforme y más rápido en días muy húmedos es voltear la ropa cada cierto tiempo, para que se seque al mismo ritmo por todas partes. Es aconsejable esperar al menos una hora antes de darle la primera vuelta, para evitar arrugas y dobleces.
- Colocar las prendas más gruesas, que permanecen más tiempo mojadas, en los sitios donde haya más calor o pegue más el sol, para que se sequen más rápido.
- Sacudir la ropa antes de colgarla o exprimirla un poco, para de este modo eliminar el exceso de humedad.
- Aprovechar al máximo las horas de sol, cuando haya. Sigue siendo el mejor método para secar la ropa.