Sentirse seguro dentro del hogar es una necesidad fundamental para cualquier persona. La vivienda no es solo un espacio físico para habitar, sino que la gente la vive como un refugio con el que tiene un enlace emocional.
Es el lugar donde se busca tranquilidad, descanso y protección frente a los peligros del exterior. Esa sensación de tranquilidad en casa, permite relajarse, disfrutar de la privacidad y desarrollar actividades sin miedos ni preocupaciones.
Ese sentido de protección que ofrece la casa en la que uno vive es tan inmenso que las personas que han entrado a su hogar y encontrado todo revuelto porque le han robado, destacan la sensación de vulnerabilidad.
La persona se siente invadida en su intimidad. Esa casa, que antes era un lugar seguro, se transforma en un lugar en el que ya no puede confiar. Independientemente del robo en sí mismo, hay un impacto emocional cuando alguien no autorizado ingresa al hogar.
Inmediatamente surge la inquietud de qué hubiera sucedido si hubiese estado ahí. Y empieza a generar hipótesis y a intentar medidas para evitar que en el futuro ingresen intrusos cuando se encuentra en su hogar.
¿Qué hacer con las llaves cuando la persona está en casa para evitar que entren intrusos?
Muchas personas agudizan el ingenio e inventan sistemas de seguridad con palos y obstáculos que eviten que alguien desde la exterior abra la puerta cuando la persona está adentro.
En especial, surge la duda de si conviene dejar las llaves puestas o sacarlas de la cerradura. En muchas películas un personaje introduce herramientas precisas en la cerradura y logra manipular el sistema. Y más allá de si esto es o no posible, quien no tiene conocimientos de cerrajería puede tener miedo de que algo así ocurra.
Aclarando esta duda, Brummie Lock Picker, un experto en seguridad, ha publicado en su cuenta de TikTok una sugerencia interesante que seguramente servirá de ayuda.
El experto aconseja dejar la llave puesta en la cerradura, pero girada levemente. El especialista explica su consejo diciendo que con la llave a medio giro el sistema de apertura queda inoperativo desde fuera de la vivienda.
De esta manera se evita que con otra llave o con otro elemento se pueda empujar la llave que está por dentro y luego forzar la cerradura. Si está un poco girada, no podrán hacerlo. El sistema ha generado dudas, y hay quienes aseguran que no garantiza la seguridad completa.
Otros mecanismos de seguridad para los muy inseguros
En la actualidad, en la que los robos están a la orden del día, se ofrecen cerraduras de alta seguridad, con sistemas antibumping, antiganzúa y antitaladro. También se fabrican cerraduras inteligentes, que permiten abrir la puerta solo con un código, eliminando la llave física. Estas cerraduras dificultan la manipulación por parte de delincuentes.
Muchos cerrajeros aconsejan colocar una barra de seguridad interior que refuerce la puerta y haga más difícil la apertura forzada. Instalar luces con sensores de movimiento en el exterior es buen elemento para disuadir a los delincuentes. La iluminación repentina los expone ante vecinos y transeúntes, y las cámaras los registran.
Es muy importante evitar dejar la llave en el exterior en un lugar que se considera secreto o escondido. Es una costumbre bastante frecuente. La persona deja la llave en una maceta, en el marco de la puerta o en un agujero de la pared para que otra persona autorizada a hacerlo pueda usarla.
Los delincuentes pueden realizar una investigación previa de rutinas preparando el robo, y descubrirán ese lugar secreto.
Y si la zona es muy expuesta y son frecuentes los robos, es conveniente consultar con algún experto en seguridad para conocer cuál es la opción que más conviene.
Hay quien aconseja contar con cerraduras de doble cilindro, con mecanismos que permitan abrir desde adentro sin llave pero que sigan ofreciendo protección contra intrusos desde el exterior.
