Vivir en pareja no significa solo compartir momentos con esa persona a diario, sino también hacer eso mismo con los gastos a los que normalmente se debería enfrentar uno solo, por lo que no es descabellado decir que quienes se encuentran conviviendo en una relación sentimental se ahorran también mucho dinero. Esto, en muchas ciudades españolas, es un buen motivo para irse con tu pareja a una sola casa pero, ¿te has preguntado alguna vez cuánto es el total? ¿Si de verdad merece la pena ese esfuerzo adicional?
¿Cuánto dinero te puedes ahorrar viviendo en pareja?
Según un análisis realizado por Kelisto, una plataforma especializada en comparar precios, compartir gastos al convivir en pareja puede reducir los costes relacionados con el hogar hasta en un 27% en las facturas y un 5,71% en los seguros de salud, lo cual les permite a esas personas ahorrar mucho más dinero que si la convivencia se hiciese por separado.
Algunos de los gastos en los que se nota mucho más el ahorro es en el pago de ciertos servicios como el Internet o la televisión que funciona por suscripción, como por ejemplo plataformas como Netflix o Disney+. Por ejemplo, si contratamos fibra óptica junto con una línea móvil nos cuesta de 34,33 euros mensuales, y al ser dos personas habría que añadirle una segunda línea, lo que implica unos 6,42 euros adicionales (de media). Haciendo unos cálculos rápidos, podemos ver perfectamente la diferencia que hay entre contratar dos líneas por separado, la cual sería de un 26,71%, es decir, un ahorro de unos 28,08 euros al año.
Aparte de en este tipo de servicios, el hecho de compartir una hipoteca hace que poder acceder a los préstamos relacionados con ello sea mucho más fácil ya que el banco se encuentra con dos titulares en vez de con uno solo, algo que hace más improbable el impago.
Los diversos beneficios financieros asociados a vivir en pareja
Seguros de salud
Si bien es cierto que no todas las compañías ofrecen la posibilidad de hacer seguros de salud en pareja, o al menos no te tienen por qué ofrecer un descuento por ello, encontramos en el mercado varias opciones que podemos revisar y ver si estas nos resultan favorables.
En los mejores casos, si contratamos un seguro de salud en pareja, podemos conseguir un ahorro de hasta un 5,71% en las pólizas más completas, lo cual es en términos monetarios un 104,62 euros al año (casi 9 euros al mes). Si nos fijamos en las opciones que tienen copago, el ahorro es del 4,39%, es decir, alrededor de 46 euros al año.
Cuentas bancarias conjuntas
En muchos casos, las parejas suelen abrir una cuenta bancaria conjunta (aunque aparte tengan las suyas propias), al menos para gastos asociados a las facturas del hogar o a pagos en común que deban hacer, como por ejemplo las suscripciones a las plataformas mencionadas. Esto puede traer beneficios en términos de rentabilidad, aunque se tienen que definir muy bien ciertos roles, como por ejemplo quién es el que administra el dinero de la misma.
En relación a esto, podemos encontrar dos tipos de cuentas compartidas: las cuentas mancomunadas o las cuentas indistintas/solidarias. En el primer tipo, si queremos hacer algún movimiento, se necesita la firma de ambos titulares; mientras que en el segundo cualquiera de ellos puede manejar el dinero sin que se necesite la aprobación del otro.
Hipoteca y régimen económico
Esta es una de las claves o motivos por los que muchas parejas acaban viviendo juntas, más allá del amor que sientan la una a la otra, ya que es más fácil que se les conceda una hipoteca si son dos personas quienes van a hacer frente a los pagos de dicha deuda. Antes de meterse en esa «faena», ambos individuos deben tener en cuenta el régimen económico bajo el cual se regirá la relación patrimonial de la pareja, pudiendo ser en bienes gananciales o en separación de bienes.
Si se escoge el primer tipo, todo se considera propiedad de ambos, desde las posesiones hasta las deudas; por el contrario, la separación de bienes es que cada uno tiene lo suyo, por lo que si uno contrae una deuda, el responsable será solo ese y su patrimonio, mientras que el otro estaría «limpio» o libre de toda responsabilidad.
