Las aplicaciones que se instalan en los dispositivos digitales han transformado profundamente la vida en la actualidad. Ofrecen soluciones rápidas y accesibles a una gran variedad de necesidades en un teléfono móvil.
Se han convertido en un auxiliar esencial en el quehacer diario. Por ejemplo, las herramientas de comunicación como WhatsApp o Telegram y las aplicaciones de redes sociales, como Instagram y Facebook, permiten la conexión en tiempo real con familiares, amigos, colegas. También ofrecen la posibilidad de comprar y vender.
El ámbito de entretenimiento se ha revitalizado con las aplicaciones. Servicios como Netflix, Spotify, YouTube permiten acceder a películas, música, vídeos y juegos a cualquier hora y desde cualquier lugar.
Las aplicaciones de salud y bienestar también han ganado su espacio, con programas para seguir rutinas de ejercicios, llevar el control de la alimentación, medir la calidad del sueño.
Sin embargo, aunque el mundo de las aplicaciones parece un universo de ventajas, también presenta riesgos. Los sistemas digitales no son inviolables. Sus debilidades permiten que terceros accedan a información personal de otras personas, al robo de datos o la suplantación de identidad.
Algunas aplicaciones pueden ser puerta de entrada de ciberdelincuentes
España es uno de los países europeos más afectados por los ciberataques. El Ministerio de Hacienda estima que estos delincuentes informáticos provocan un impacto económico de 30.000 millones de euro cada año.
Las aplicaciones son una puerta de entrada a los ciberdelincuentes. Muchas aplicaciones recopilan una gran cantidad de datos del usuario, como ubicación, contactos, mensajes, fotografías y credenciales de cuentas.
Hay aplicaciones maliciosas que, al descargarlas en el teléfono o en la PC instalan malware, que es un software diseñado específicamente para robar datos y espiar las actividades del usuario sin que este se dé cuenta.
Si estas aplicaciones provienen de fuentes no confiables, pueden ser utilizadas por atacantes para acceder a esa información y explotarla de diferente manera.
Las 6 aplicaciones que se deben desinstalar para evitar robos de datos
En todas partes del mundo han surgido empresas especializadas en proteger los sistemas de las amenazas cibernéticas.
Estas empresas diseñan, implementan y mantienen sistemas de seguridad que protegen contra el acceso no autorizado y el robo de datos. Sus investigadores analizan la actividad delictiva que se vale de las aplicaciones para cometer sus robos.
Los técnicos de Kapersky, una de estas empresas dedicadas a la ciberseguridad, explican que es de gran ayuda conocer el tipo de aplicaciones que utilizan los ciberdelincuentes para no ser víctimas de estafas.
Kapersky ha reconocido seis aplicaciones. Todas ellas, bajo la pantalla y con la apariencia de un servicio de Red Privada Virtual (VPN), en realidad se dedican a robar información de los usuarios. La información que más roban estos delincuentes son los datos de cuentas bancarias.
Estas 6 aplicaciones perversas son:
- MaskVPN
- DewVPN
- PaladinVPN
- ProxyGate
- ShieldVPN
- ShineVPN
Las letras VPN indican que supuestamente son empresas cuyo objetivo principal es proteger la privacidad y la seguridad de los usuarios. Pero en la realidad esa protección no existe. Las letras VPN son un disfraz bajo el que se ocultan los ciberdelitos.
Los expertos de Kaspersky proponen algunas recomendaciones para evitar estas estafas. En primer lugar, se aconseja no descargar versiones de una aplicación que proceda de fuentes desconocidas. También es buena medida de prevención instalar en el dispositivo soluciones de seguridad integral, como un antivirus, por ejemplo.
Otras medidas para protegerse de los ciberataques pasan por el hecho de no abrir correos electrónicos de extraños o sospechosos y mantener bajo control las contraseñas.
Es conveniente revisar el dispositivo digital ya para comprobar si se ha instalado alguna de las seis aplicaciones mencionadas antes. Y si es así, corresponde eliminarla inmediatamente.
