El uso correcto de las luces del coche es fundamental. Una de las funciones principales de las luces es proporcionar visibilidad, especialmente en situaciones de baja iluminación del entorno, por ejemplo durante la noche, en túneles o en condiciones climáticas adversas.
Además, las luces permiten que el conductor pueda identificar otros vehículos en la vía. Sirven para advertir la presencia de peatones y reconocer las señales de tráfico que le servirán de guía.
Por otra parte, las luces son una herramienta esencial de comunicación entre los conductores. Mediante las luces se anuncian maniobras y se contribuye a mejorar la fluidez del tráfico. Cada tipo de luz transmite un mensaje claro de lo que pasa en la ruta y de las acciones de los demás.
Distintos tipos de luces
Los coches tienen incorporados distintos tipos de luces con funciones específicas. Las luces bajas se utilizan en zonas urbanas o cuando hay iluminación suficiente. Las luces altas son imprescindibles en carreteras oscuras, siempre con la precaución de no deslumbrar a otros conductores.
Las luces intermitentes indican cambios de dirección y ayudan a anticipar maniobras. Las de freno alertan a quienes circulan detrás sobre la reducción de velocidad o la detección del vehículo que le antecede.
Por otro lado, las luces de emergencia advierten sobre una situación de riesgo o avería, y las luces de marcha atrás comunican que el vehículo está retrocediendo.
Con todo ello, para que el sistema funcione es imprescindible que el conductor conozca la normativa de la DGT y la respete. Si esto no ocurre, de nada valen todas las normas y las regulaciones. Como siempre ocurre en el tráfico, el comportamiento del conductor y la atención mientras conduce son esenciales para un tráfico seguro.
Las sanciones dispuestas por la DGT por el uso incorrecto de las luces
La DGT considera que el funcionamiento de las luces de los vehículos en la vía pública es una condición imprescindible para el tráfico seguro. Por esta razón, en la ITV siempre se controlan. También son puntos de control de los agentes de tráfico en las rutas.
Todos estos controles tienen como objetivo que el sistema de luces esté siempre en buenas condiciones y sea usado adecuadamente como lo indica la normativa.
Es por esto que conducir haciendo un mal uso de las luces puede ocasionar sanciones económicas. Nadie puede argumentar que no conocía los detalles de cuándo usar tal o cual luz, porque es obligación del conductor conocer la normativa. Por lo tanto no habrá excusas, quien usa mal o no usa las luces será castigado con multas.
Usos de las luces que multas generan a los conductores
Las infracciones más comunes en el uso de las luces del coche que generan multas frecuentemente son las siguientes:
- Circular sin las luces encendidas en situaciones de baja visibilidad, como en el anochecer y el amanecer, o cuando existen condiciones meteorológicas adversas es motivo de multas de hasta 200 euros.
- Uso indebido de las luces antiniebla. Emplear los faros antiniebla cuando no hay niebla densa, lluvia intensa o nieve, puede ser sancionado con hasta 100 euros. No utilizarlos cuando las condiciones lo requieren también puede conllevar una multa de hasta 200 euros.
- Repostar con las luces encendidas. Muchos conductores no saben que en el momento de repostar combustible deben apagar las luces del coche. La multa en este caso se estima en unos 200 euros.
- Abuso con las ráfagas. Realizar ráfagas de manera insistente se considera una falta, y puede llevar una sanción de 80 euros.
- Falta de la luz de matrícula. Es obligación que la matrícula del vehículo sea completamente visible en todo momento. Si la luz que la ilumina no funciona, el conductor se puede llevar una multa de 200 euros.
No usar los intermitentes cuando corresponde, circular con un faro fundido, circular con las luces largas, son faltas a las que también corresponden multas.
Para evitar estas sanciones, hay que mantener en condiciones el sistema de luces del vehículo y conducir con la debida atención.