Los cachorros de mamíferos parecen diseñados para generar empatía, incluso de otras especies. En este sentido hay características, como los ojos muy grandes, pieles muy suaves y otros rasgos que inspiran ternura y deseo de proteger, especialmente entre los seres humanos. Y ello aunque también hay registros de otras especies, y no solo de mamíferos, que parecen no tener problema en aceptar en su grupo familiar a un cachorro de otra especie.
Eso explica en parte la pasión de numerosas personas por rescatar animales que se encuentran en situaciones precarias o de riesgo, especialmente cuando se trata de crías o de individuos que se encuentran en sus primeras semanas de vida.
El caso del gatito feo
En las redes sociales se ha hecho viral (tiene más de 26 millones de visitas), el vídeo de una persona que rescata un “gatito” recién nacido que se arrastraba por una calzada, y lo lleva a su casa.
Ya en casa lo asea, lo abriga bien y lo alimenta con una jeringuilla. El gatito va creciendo saludable, pero a medida que crece hay características físicas que no concuerdan con las de un gato, como unas orejas demasiado grandes, y la formación de las patas traseras.
¡Pero es tan tierno! Los gestos de afecto con su salvador son conmovedores, y eso a pesar de que ya sabemos que se trata de un zorro.
La transformación es tal que muchos espectadores consideran que puede haber trampa, y que el gatito de las primeras semanas no puede ser ese zorro joven que busca un gesto cariñoso de la mano del dueño en el sofá.
Sorprende el parecido de un cachorro de zorro, que es un cánido, una especie emparentada con los perros, con la de un felino. Vemos que el gato adulto que aparece en el vídeo no se deja engañar, y parece poner distancia entre él y ese gatito sospechoso, que resultó ser un zorro.
Otros rescates con “metamorfosis”
Los casos de rescates de animales, donde un supuesto bebé de gato termina convirtiéndose en otra especie, son más frecuentes de lo que parece. Aunque los “gatitos”, una vez que se transforman siguen perteneciendo al mismo género, como los gatitos que han resultado ser al crecer gatos monteses.
En estos casos, lo mejor es acudir al centro más cercano que trabaje con especies silvestres, donde puedan hacerse cargo del animal, pues estos felinos generalmente no son domesticables y pueden llegar a ser peligrosos.
¿Por qué los humanos poseen mascotas?
Aunque hay comportamientos que pueden parecer similares en otras especies, el ser humano es el único animal que adopta animales y le gusta convivir con ellos.
Tenemos una estrecha relación con los perros, que ronda los 30.000 años, y con los gatos desde hace unos 10.000. Como sabemos, no es raro ver humanos tratando como mascotas a aves, reptiles y otros mamíferos, como ciervos y hasta vacas y cerdos (que normalmente se crían con otro fin).
Se ha argumentado durante décadas que los animales proporcionan compañía y hasta benefician nuestra salud de distintas formas, y que las personas que tienen mascotas son más felices y viven más que las que prefieren no tenerlas. Aparentemente nada de esto es verdad.
Entonces, ¿por qué tenemos mascotas? En principio por necesidad, los perros ayudaban en las cacerías, con los rebaños y daban la señal de alarma en las comunidades cuando se aproximaban posibles enemigos. Por su parte, los gatos controlaban las plagas de roedores en los depósitos de alimentos.
Sin embargo, también parecen ayudar a canalizar la necesidad humana de socializar con otros seres, sean humanos o no, y también se considera un hábito cultural, pues no todas las culturas ven a los perros y los gatos como mascotas, aunque los mantengan cerca y los utilicen en distintas tareas.
