Las tendencias y modas no solo afectan al tema de la ropa, sino que pueden llegar a cualquier aspecto de nuestra vida, como por ejemplo al de la crianza, lo cual muchas veces genera dudas dudas e inseguridades en los padres. Seguir las nuevas recomendaciones que aparecen en redes sociales o confiar en la intuición y en los principios básicos de una educación coherente es a veces tan difícil que muchos padres acaban no sabiendo que hacer.
Para solucionar esto, Nora Kurtin, experta en crianza asegura que la clave no está en seguir cada tendencia, sino en adaptar estas mismas a las necesidades reales de la familia, equilibrándolas con ese saber hacer que hemos podido heredar a través de las generaciones y en nuestra propia intuición como padres. Veamos qué más tips nos da Kurtin acerca de tema tan peliagudo.
La crianza activa y su impacto en el desarrollo infantil
Kurtin señala la importancia de la llamada «crianza activa», la cual es un modelo que promueve la participación consciente de los padres en la educación y desarrollo de sus hijos gracias a la creación de un entorno seguro y el fomento de la autonomía infantil, siempre dentro de unos límites bien definidos.
Durante los primeros 1.000 días de vida del niño o niña es cuando se forman las conexiones neuronales esenciales que más tarde influirán en su capacidad de aprendizaje, autoestima y habilidades sociales, por lo que el cuidado, la interacción y la estabilidad emocional de los progenitores juegan un papel crucial en este proceso. En palabras de la experta «la gestión de las emociones y el desarrollo de la resiliencia son habilidades que deben trabajarse desde los primeros años para que los niños crezcan seguros y con una buena autoestima».
¿Estamos cayendo en la trampa de las modas incluso en la crianza de nuestros hijos?
Es obvio que el acceso a la información sobre cualquier tema es, en la actualidad, el más grande que hemos tenido, incluso en lo relacionado a la crianza, donde podemos ver que existen numerosos libros, foros, redes sociales y estudios que hablan de ellos. «El acceso a tanta información puede ser un arma de doble filo. «Es positivo contar con recursos, pero también puede generar ansiedad y dudas en los padres. Muchas veces nos dejamos llevar por lo que es tendencia, sin evaluar si realmente encaja con las necesidades de nuestro hijo».
Es decir, que aunque sea algo que está en boga, debemos ser objetivos y dirimir si en realidad podemos poner eso en práctica o no, sin sentir la presión de nuestro entorno de si se hace o no.«Cada familia debe evaluar qué funciona mejor para ellos, sin obsesionarse con lo que dicta la tendencia del momento», aclara Kurtin.
Por una educación coherente y adaptada
Otro de los desafíos a los que nos podemos enfrentar en la crianza moderna es encontrar un equilibrio entre la flexibilidad y la coherencia en la educación de los hijos, lo cual quiere decir que, si bien debemos tener un modelo claro para proporcionar seguridad a nuestros hijos, este no debe ser inamovible. Debemos ser conscientes de las necesidades individuales de cada unos de los niños, así como de las circunstancias que les rodean de tal forma que se ajusten a la realidad de estos.
Otro de los pilares a tener en cuenta en la corresponsabilidad, es decir, que los niños deben crecer en un ambiente donde ambos progenitores compartan equitativamente las responsabilidades del hogar y la educación. Ya sabemos que los niños aprenden lo que ven en casa.
Cómo establecer límites saludables con la tecnología
Este es otro de los mayores problemas a los que se enfrentan los padres en la actualidad, ante lo cual es necesario recordar lo que dijo la Academia Americana de Pediatría, la cual recomienda evitar la exposición a dispositivos electrónicos en menores de dos años y regular su uso en edades posteriores. «Es importante establecer momentos sin pantallas, especialmente durante las comidas y antes de dormir, y fomentar actividades sin dispositivos electrónicos», es decir, no demonizarla pero darle su lugar y su momento.
