Con la llegada del frío, le toca trabajar a la calefacción de nuevo, algo que muchos temen debido al coste adicional que supone en la factura de la luz. Debido a esta razón, no son pocos los que buscan constantemente trucos que les permitan ahorrar en este servicio, o al menos a aprovechar el calor que se genera del mejor modo posible.
Relacionado con eso, nos podemos encontrar con varios errores que muchos de nosotros cometemos a la hora de encender la calefacción y que están reduciendo su eficacia, algo que debemos intentar corregir lo antes posible para evitarnos disgustos cuando nos llega la factura durante estos meses de invierno. Te lo contamos todo a continuación.
1. No calcular la potencia de calefacción que necesitas
Este es uno de los errores más habituales que todos cometemos a la hora de encender la calefacción en nuestros hogares y es no realizar un estudio previo sobre el sistema más adecuado para la vivienda en la que estamos, ya que ciertos factores pueden hacer que sea mejor la instalación de un tipo de calefacción frente a otro. Los puntos más importantes que debemos revisar son los siguientes:
- Los metros cuadrados y la altura del techo de nuestra casa, ya que no es lo mismo calentar un salón de 20 m² que una habitación de 10 m². A eso hay que sumarle que si el techo es alto, el calor subirá y se quedará en las partes más altas de la estancia, lo que hará más difícil mantener la temperatura.
- La orientación de la vivienda también influye mucho, ya que si tu casa está orientada al sur, recibirá más calor natural durante el día y no dependeremos tanto de la calefacción para aclimatar nuestro hogar.
- Por último, debemos tener en cuenta que un mal aislamiento hace que el calor se escape rápidamente, por lo que revisar que ventanas, puertas y paredes tengan uno de calidad supondrá bastante diferencia.
2. Programar la calefacción al máximo todo el día
A pesar de lo que pueda llegar a pensar mucha gente, el hecho de tener la calefacción al máximo todo el día no hará que la casa esté más caliente, ya que cada grado de más que hayamos puesto aumenta el consumo hasta un 8%. La temperatura ideal en invierno debe estar entre los 19º y 21ºC durante el día y los 15º y 17ºC por la noche.
Un consejo para poder seguir esta indicación es que utilices termostatos programables que regulen la temperatura según tus horarios, ya que podrás quitarla cuando estés en la oficina, pero programarla para que cuando llegues a casa esta ya esté caldeada.
3. No enciendas y apagues la calefacción todo el rato
Lo mejor que puedes hacer es mantener la calefacción con una temperatura media cuando no estés en casa y que la subas unos grados cuando regreses.
4. Tener la calefacción encendida durante toda la noche
Si haces esto, debes saber que tu calidad de sueño y a tu salud podrían verse afectadas de manera muy negativa, así como salirte muy caro en la factura de la luz. Nuestra recomendación es que te abrigues bien por la noches con mantas que proporcionen mucho calor y un buen pijama, además de programar el termostato para que salte una hora antes de despertarte, que ya sabemos a nadie le gusta salir de la cama y que haga frío en la habitación.
5. Tener una factura alta no siempre es culpa de la compañía eléctrica
En la mayoría de los casos por un mal uso de la propia calefacción por nuestra parte pero, si estás convencido de que tu factura de la luz no es la que debería ser, te recomendamos que compares tarifas en otras compañías y busques las que ofrezcan mejores precios.
