Puede parecer el tema de un videojuego, de una película postapocalíptica, o el cumplimiento de una novela profética de J.G. Ballard, El mundo sumergido. Sin embargo, la posibilidad de que la geografía de la costa española se vea modificada por un aumento en el nivel del mar podría estar a la vuelta de la esquina.
Ya hay claras señales de profundos cambios en el clima y de un incremento en las temperaturas del planeta. Entre otros, incendios de vegetación en todo el mundo cada vez más frecuentes, sequías más prolongadas, cambio en los patrones climáticos y, sobre todo, derretimiento de las grandes capas de hielo en Groenlandia, en el Ártico y en la Antártida.
Cómo va a afectar a España el calentamiento global
Ya hay expertos que consideran que hemos pasado un límite y que los cambios en el clima son irreversibles, y sus consecuencias inevitables. El debilitamiento progresivo de las grandes masas de hielo ya se está haciendo sentir en ciudades y países, cuyas superficies se encuentran a ras del actual nivel de mar.
De acuerdo con el Sexto Informe de Evaluación (AR6), elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de las Naciones Unidas, el nivel del mar va a continuar aumentando y afectará a países como España.
Entre los puntos de la geografía española que se verán especialmente afectados se encuentran Cádiz y Barcelona, el Parque Nacional de Doñana, la Albufera de Valencia, Santa Cruz de Tenerife y el Prat de Llobregat, entre los 15 puntos de España que aparecen mencionados en el informe de las Naciones Unidas.
8.000 kilómetros de costa antes del 2100
Playas famosas, parques naturales y grandes centros urbanos e industriales desaparecerán o se verán afectados por inundaciones, salinización de las fuentes de agua potable y otras calamidades.
El cálculo es que se verán perjudicados alrededor de 8.000 kilómetros de costa que podrían desaparecer en los próximos 60 años, o incluso antes, a menos que se tomen medidas para frenar el aumento de la temperatura global, que podría ser de 1,5 °C para el 2050, en el mejor de los escenarios, o de 2,6 °C en el escenario más grave.
El planeta no deja de mandarnos señales para que hagamos algo al respecto, como el hecho de que 2023 haya sido el año más cálido de la historia, desde que se llevan registros, y que 2024 lo haya superado.
Tuvalu, Maldivas y otros países e islas en vías de desaparición
No es un consuelo, pero la situación es más grave en otras regiones del planeta, como en algunos países e islas que se encuentran en Polinesia y Oceanía, por ejemplo, Maldivas, Tuvalu, Polinesia Francesa, Vanuatu, Nueva Caledonia, Papúa Nueva Guinea y las islas Marshall.
Maldivas, por ejemplo, es un país conformado por 1.200 islas, y el 77% de su superficie terrestre podría quedar bajo el agua en los próximos 60 años, o apenas el nivel del mar se eleve 45 centímetros.
Y Tuvalu, una nación del Pacífico Sur con 9 atolones y poco más de 11.000 habitantes, ya está al borde de la desaparición. Si no se producen cambios, se cree que el 95% del territorio de este país quedará inundado antes del 2100.
A este drama hay que sumar que el cambio climático está favoreciendo también la llegada de ciclones y huracanes a regiones que hasta hace algunas décadas no era posible, así como la aparición de enfermedades tropicales en zonas que antes se encontraban protegidas por temperaturas más bajas.
El calentamiento global no es una fantasía política que se pueda descartar, y cada vez hay más evidencia científica que respalda la necesidad de tomar medidas, ya no para revertirlo, pero al menos sí para reducir la velocidad a la que nos dirigimos hacia la catástrofe.
