El colágeno es una proteína esencial que se encuentra en el cuerpo humano. Es fundamental para la piel, los huesos, los músculos y los tendones. Proporciona estructura, firmeza y elasticidad a la piel, mantiene la funcionalidad de las articulaciones y los tejidos conectivos.
La producción del colágeno en el organismo es un proceso natural que ocurre principalmente en los fibroblastos, células especializadas en este componente. Pero con el paso del tiempo y a medida que la persona envejece, la producción de colágeno va disminuyendo.
Esta disminución se manifiesta en pérdida de elasticidad y firmeza de la piel, lo que provoca la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento. Además, se afecta la salud de las articulaciones y comienzan los dolores articulares y la rigidez.
El ritmo de disminución del colágeno en el cuerpo es diferente en cada persona. Depende de su metabolismo, aunque hay factores que la aceleran y otros que la enlentecen. Un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada rica en antioxidantes, vitamina C y aminoácidos es importante para mantenerlo.
La receta estrella para favorecer la producción del colágeno natural
Las recetas saludables ancestrales que se transmiten a través de las generaciones muchas veces permiten preservar conocimientos que son útiles para el bienestar.
Una de estas recetas tradicionales para favorecer el colágeno natural en el organismo es el caldo de huesos. En todos los tiempos ha sido un suplemento popular debido a sus potenciales beneficios, especialmente en lo que respecta a la producción de colágeno.
¿Cómo se prepara el caldo de huesos para estimular la producción de colágeno?
Para preparar un caldo de huesos rico en nutrientes que estimule la producción de colágeno, es importante usar huesos de calidad. Pueden ser se pollo, vacuno, cerdo, pescado. Son recomendables los de animales alimentados con pasto o de forma orgánica.
El primer paso es lavar los huesos para eliminar residuos. Algunas personas los asan en el horno fuerte durante unos 20 minutos, para potenciar el sabor del caldo. Luego se colocan en una olla grande y se añade agua para cubrir totalmente los huesos.
Unas gotas de vinagre de manzana ayudarán a extraer los minerales y el colágeno durante la cocción. También se pueden enriquecer con vegetales, como zanahorias, apio, cebollas, además de hierbas, para obtener más nutrientes y realzar el sabor.
Los huesos se cocinan primero a fuego medio. Una vez que comienza a hervir, se baja el fuego y se continúa la cocción a fuego lento durante unas 10 o 12 horas como mínimo. Algunos expertos sugieren dejarlos hervir entre 24 y 48 horas para extraer la mayor cantidad posible de colágeno y de minerales.
Este proceso de cocción lenta, libera el colágeno, minerales como el calcio, el magnesio y otros elementos beneficiosos, como la glucosamina y la controitina.
Mientras hierve, periódicamente con una espumadera se quitarán las impurezas y la espuma que se forma en la superficie. Una vez listo, se cuela y se vierte el líquido en frascos de vidrio o recipientes herméticos. Se guarda en la nevera hasta por siete días o en el congelador para consumirlo cuando se desee.
Se puede tomar como bebida caliente o utilizarlo como base para sopas, guisos o salsas.
Beneficios de tomar caldo de huesos
El caldo de huesos es una fuente concentrada de colágeno, aminoácidos y minerales. Su consumo regular contribuye a evitar las arrugas y a la reparación de tejidos, lo que impacta positivamente en la elasticidad y firmeza de la piel.
Además, es muy beneficioso para la salud ósea y de las articulaciones. Favorece el buen estado de los cartílagos y reduce dolores asociados con el desgaste articular.
Es una receta que se debe probar.







