Una combinación de factores históricos, geográficos, sociales y culturales han determinado la formación y evolución de nombres y apellidos a lo largo de los años en España. Uno de estos elementos determinantes es la rica historia de España, marcada por diversas culturas, invasiones y cambios políticos que dejaron su huella en la sociedad.
Durante la Edad Media, por ejemplo, España estuvo bajo la influencia de varias civilizaciones. Convivieron los romanos, los visigodos, los árabes y los judíos. Se crearon una variedad de apellidos con raíces en diferentes idiomas y tradiciones.
Asimismo, a nivel geográfico las diferentes regiones de España también han contribuido a esta variedad de apellidos. Cada región tenía sus propios apellidos basados en localidades, montañas, ríos o aspectos de la vida rural. También las ocupaciones o características personales han dado origen a apellidos.
En este rico abanico de legado de apellidos que diferentes culturas han dejado en España, los árabes han sido los que han marcado una huella más profunda.
No en vano, durante los ocho siglos transcurridos entre el VIII y el XV, los musulmanes han ejercido una influencia imborrable en la lengua, la arquitectura, las costumbres y, por supuesto, en los apellidos.
¿Por qué en Andalucía hay muchos apellidos árabes?
La presencia de numerosos apellidos árabes en Andalucía se debe principalmente a que esa región fue uno de los principales centros de poder musulmán en la península.
Las ciudades y pueblos andaluces estuvieron bajo el control de los musulmanes. Esto provocó que la lengua árabe se convirtió en la lengua predominante en la región.
Por esta razón, muchas familias adoptaron apellidos árabes, ya sea por su ocupación, por el lugar de origen, por ascendencia o por alguna característica personal.
¿Cómo pueden reconocerse los apellidos árabes?
Los apellidos árabes suelen tener una estructura especial. Uno de los componentes más comunes de los apellidos árabes es el uso de la palabra «Ben» o «Ibn», que significa «hijo de». También es característico el uso de «al-» o «el-«, generalmente seguido de un sustantivo. Es el caso de «Alonso», «Alvarado», «Almansa».
Las consonantes fuertes y guturales, como la Q, Kh o Gh son también comunes en los apellidos árabes, así como terminaciones en «-i», «-y» o «-an», que indican un origen geográfico o tribal. Algunos ejemplos: Suleiman, Rahman, Al Habibi.
Lista de apellidos de origen árabe que existen en España
Vemos a continuación una lista de los apellidos árabes que son comunes en España.
A: Abdo, Abencerraje, Abengoa, Avengoa, Abedrapo, Abraham, Abril, Abufhele, Abufom, Abuhadba, Abusada, Adauy, Aguad, Aguilar, Akel, Alaue, Alamar, Alamo, Alam, Alaue, Albaja, Albarracín, Alcaide, Alcalá, Alcantará, Alcazar, Alcaraz, Alcocer, Alguacil, Ali, Aliatar, Alicante, Almaden, Almeida, Almodóvar, Alaue, Albarracín, Alcaide, Alcalá, Alcantará, Alcazar, Alcaraz, Alcocer, Alguacil, Aliatar, Alicante, Almaden, Almeida, Almodóvar, Amed, Ananias, Aranda, Ascalante, Atala, Atwan, Auad.
B: Bandrés, Barahona, Barjuán, Barroso, Benarrocha, Benarroch, Benavides, Benegas, Benjumea, Benjumeda, Bermejo, Bichara, Bitar, Bono, Buendia.
C: Cabrero, Cattan, Castillo, Cebrian, Chacur, Chalhub, Chauriye, Chible, Chijany, Chocair, Cobaise, Cordobes, Cortés.
D: Dagach, Dahdal, De Sorbas, Derberián, Dib, Dip, Duk.
E: Eitit, Elías, El de Ubeda.
F: Facuse, Fajuri, Farran, Feres, Fualuan.
G: García, Galvez, Gazul, Gazules, Giacaman, Gidi, Granadino, Guerra.
H: Haddad, Hamad, Hamdan, Hana, Hawila, Hazbun, Hechem, Heleyley, Herrera, Hirmas.
I: Ides
J: Jadue, Jaen, Jalifa, Jalilie, Jattar, Jorrat, Jose, Juriye, Jury.
K: Kattan, Kurbag.
L: Lahsen, Laibe, Lama, Lara, Latif, Leibe, Lucas.
M: Majluf, Manoli, Manzur, Maraver, Martínez, Melej, Méndez, Mendoza, Miguel, Mohanna, Mohor, Molina, Morales, Morón, Muley, Murube, Muhy, Musalem.
N: Nafel, Nazal, Nazer, Nebot, Nevot, Nicolas, Nustas.
P: Paez, Palacios, Palomeque, Pascual, Perez, Picó, Pinto, Pomar, Ponce, Paluan.
R: Rabah, Rahal, Rasi, Repeina, Rizik, Roelas, Rumie.
S: Saade, Saadi, Sabag, Sabaj, Sabbag, Sabella, Sady, Sahlie, Saieh, Salama, Salame, Salas, Salem, Salipa, Salomon, Salvador, Sammur, Samur, Saporia, Seda, Seleibe, Sellan, Sfeir, Sordo, Solís, Sufan.
T: Tala, Tagie, Talhuk, Tame, Tamuz, Telchie, Torres.
V: Valenciano, Velasco, Venegas.
Y: Yagnam, Yamal, Yamblat, Yarur, Yeber, Yoma.
Z: Zaid, Zalaquett, Zaror, Zegri, Zerene, Zgeib, Ziade.
La importancia de conocer el origen árabe de un apellido está determinada por el interés en establecer una conexión histórica y cultural con el período de dominio musulmán. Este lazo permite entender tradiciones familiares, conocimiento que puede resultar valioso para muchas personas.
