Una votación en el Parlamento de Portugal ha derogado la obligatoriedad de la ITV para las motos, y desde el 1 de enero de este año estos vehículos ya no tendrán que hacerla. Nuestros vecinos lo han decidido de una vez por todas.
Sin embargo, nosotros seguiremos con la obligación de la Inspección Técnica de Vehículos si poseemos y conducimos una moto, al menos hasta nuevo aviso.
¿Qué ha hecho Portugal?
Nuestro hermano ibérico, tras unos largos 12 años de batallas, ha conseguido algo extraordinario: la decisión de que las motos, o sus dueños, no tengan que someterse a las torturas de eternas colas para revisarlas.
Es verdad que la ITV se hace para garantizar que los vehículos que circulan por calles y carreteras estén aptos para hacerlo, que no se conviertan en un riesgo para nadie y también que sus emisiones de gases estén controladas.
En el caso de Portugal, el mercado de las motos ha crecido un notable 400% desde 1995. Sin embargo y en contra de lo que podría pensarse (y también de lo que sucede en muchos países), los accidentes viales asociados a estos vehículos han disminuido un increíble 80%.
¿Qué hizo Portugal? Se dedicó a dar una mejor educación vial, aplicar controles concretos e infraestructuras adecuadas. ¿Ha funcionado? La estadística dice que sí, que los portugueses han metido un gol en toda regla, y así su Parlamento se dio el lujo de decirle a la UE que las motos no tendrán la obligación de la ITV, porque, sencillamente, ellos no la necesitan.
Tanto es así, que Portugal se coloca en el segundo puesto de la UE en reducir los fallecimientos viales en un 47%. Es evidente que han hecho algo muy bueno.
La ITV
La Inspección Técnica de Vehículos es un trámite de carácter obligatorio que garantiza que un vehículo cumple con todas las normas de seguridad para circular, y además que sus emisiones contaminantes se mantienen en un límite adecuado. Cada cierto tiempo hay que llevarlo a un taller autorizado por la DGT, en el caso de España, o del ente similar en cada país, para que lo revise y le dé el visto bueno.
Desde 1985, en nuestro país se declaró obligatoria esta revisión periódica, y desde 2014 es una exigencia de la Unión Europea.
Esta revisión está impuesta en Europa, donde los países miembros están obligados a someter a todos los vehículos, incluidas las motos, a la inspección periódica. Un trámite que muchos ven como una molestia burocrática, en lugar de un paso necesario para reducir los accidentes viales.
España y las motos
Somos de los países más estrictos con la ITV, junto a Austria, Italia, Lituania y Croacia, y hasta 2022 éramos los únicos en obligar a las motos a pasar la inspección. Después Francia se vio obligada a hacerlo, en 2024, por presiones europeas.
En nuestro caso, existe un temor real. Los accidentes de motos son peores por razones obvias: los motoristas están más expuestos a sufrir golpes mortales. Y no solo eso, en el verano de 2024 se registraron 241 individuos fallecidos, de los que 72 eran motoristas, 13 más que en el mismo periodo del año anterior.
Las razones tienen que ver lo que Portugal descubrió y resolvió: exceso de velocidad, consumo de alcohol y drogas al conducir, no usar casco y un aumento del parque de motos, pero también de motoristas inexpertos.
Por todo ello, si lo que queremos es que las motos no pasen más por la ITV, deberemos demostrar, como los portugueses, que hemos aprendido a conducirlas sin arriesgar nuestra vida y las de los demás.
Portugal decidió enseñar a sus motoristas e invertir importantes recursos para ello. Esa es la lección para nosotros.
