Los túneles pueden acabar convirtiéndose en mortales trampas a consecuencia de los atascos. La ventilación reducida, la escasa visibilidad y la escasa accesibilidad a los servicios de emergencia hacen que cualquier contratiempo que suceda en el interior del túnel deba ser tratado de manera particular. En este artículo te explicamos qué acciones hay que seguir para garantizar la seguridad del conductor y del resto de los usuarios del túnel.
Precauciones imprescindibles al circular por un túnel
Desde la entrada en un túnel, la precaución ha de multiplicarse, pues la adherencia del asfalto escasea y el uso de la iluminación artificial no permite en todos los casos una visibilidad correcta, de forma que basta con circular con una velocidad uniforme, mantener la distancia entre vehículos y practicar maniobras bruscas. Además, si se producen retenciones o embotellamientos de coches es necesario hacer caso a lo que establece el Reglamento General de Circulación dictaminando que, llegado el caso de que un vehículo permanezca parado más de dos minutos, debe apagarse el motor así como encender las luces de posición o intermitentes de emergencia, con la finalidad no sólo de ahorrar combustible, sino además de permitir la reducción de los gases contaminantes en un espacio cerrado.
Qué hacer si te quedas atrapado en un túnel debido a una retención
El artículo 115 del Reglamento General de Circulación establece claramente las actuaciones en el caso que el tráfico se detiene y no puedes avanzar durante más de dos minutos: Apagar el motor: se reduce el riesgo de incendios y se disminuyen las emisiones de CO2.
- Activar las luces intermitentes: se advierte a otros conductores de la situación.
- Mantener las luces de posición encendidas: mejora la visibilidad, especialmente en túneles con escasa iluminación.
- Evitar abandonar el vehículo, salvo que sea estrictamente necesario.
Al notar algún peligro, buscar la salida de emergencia más próxima siguiendo las señales luminosas visibles en el túnel.
Actuar ante una avería dentro de un túnel
Las averías en los túneles son una situación donde las cosas se pueden complicar especialmente. En caso de que tu vehículo se detenga y no puedas continuar conduciendo, debes actuar de la siguiente manera:
- Intentar apartar el vehículo, si es posible, con el fin de poder mover el vehículo o acercarlo lo más posible del borde derecho de la carretera.
- Apagar el motor y conectar las luces del margen izquierdo del vehículo e indicadores de emergencia, indicándoles así a los conductores de otros vehículos o servicios de rescate que su vehículo no está funcionando.
- La disposición del dispositivo luminoso de preseñalización debe ser realizada a una distancia prudencial, con lo que procederás a avisar del peligro.
- Finalmente, tendrás que abandonar el vehículo con los ocupantes asegurándose de que nadie circula por la calzada, y buscar el refugio o la salida más cercana; en caso de no encontrarse en una salida improvisada, lo ideal es pedir ayuda mediante los postes de emergencia del túnel, ya que estos se encuentran conectados de forma directa con los servicios de rescate.
Otras particularidades que pueden ser útiles
- Mantener la calma. Esto es fundamental para evitar posibles decisiones presupuestarias precipitadas que podrían aumentar el riesgo.
- Comprueba tu vehículo antes de ponerte al volante: asegúrate de que esté en perfectas condiciones, sobre todo si tienes la intención de atravesar túneles extensos o con un tráfico muy denso.
- Ten siempre preparado un chaleco reflectante que, aunque es obligatorio, será de suma importancia si resulta que has de salir del vehículo para que el resto de conductores puedan verte.
Si sigues todos estos consejos, podrás hacer frente a una situación de peligro. El hecho de que conduzcas con responsabilidad no significa que si estás en un embotellamiento o atrapado en un túnel en riesgo esta circunstancia no acabe por llevarte a un incidente peligroso, razón por la cual tienes que recordar que tu seguridad y la de los otros es lo primero.
