Hay que comer frutas, son naturales, se comen crudas, nos hidratan, proporcionan energía, aportan vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además sacian, con lo que contribuyen a que comamos menos, y son deliciosas.
La imagen de una persona arrancando la fruta del árbol para comerla de inmediato, forma parte de nuestro repertorio de escenas reales. Sin embargo, en los tiempos actuales si no nos encontramos en una granja orgánica puede ser una verdadera locura, considerando la cantidad de químicos y, sobre todo, de pesticidas que se aplican a las frutas para que lleguen en buenas condiciones a los mercados y a nuestra mesa.
Hay que lavar las frutas
Parece algo muy sabido pero que es necesario recalcar: hay que asegurarse de que las frutas estén libres de pesticidas antes de dar el primer mordisco. Por otro lado, aunque la mayoría de los expertos coinciden en que ponerlas bajo el grifo es mejor que usar productos de limpieza que se consiguen en el mercado, existen otras técnicas que pueden garantizar que las frutas estén libres de agroquímicos.
En la práctica, poner las frutas bajo el chorro de agua sigue siendo una buena idea, pero hay que acompañarla con otras acciones si queremos asegurarnos de que sea efectiva, como frotarlas con un paño limpio después de lavarlas. Esto es necesario porque existen algunos pesticidas que han sido diseñados para resistir el agua.
El método más eficaz para eliminar los pesticidas en las frutas
Un grupo de investigadores de la Universidad de Massachusetts probó varios métodos para lavar y limpiar frutas y verduras: con agua, lejía y bicarbonato. Y lo aplicaron a frutas previamente rociadas con fungicidas y pesticidas de uso común entre los agricultores de Estados Unidos.
El ganador indiscutible fue el bicarbonato. Solo hay que mantener las frutas sumergidas durante 15 minutos en una solución de agua con bicarbonato, en una proporción de una cucharada de bicarbonato por cada dos tazas de agua. Los 15 minutos son para estar completamente seguros, pues ya a los dos minutos la mezcla de bicarbonato había eliminado más químico que el que pueden eliminar la lejía y el agua en ese tiempo.
Hay que decir también que la prueba solo se hizo con dos marcas de agroquímicos, aunque de los que penetran más en las frutas y son más difíciles de eliminar. Junto a ello, tan solo en Estados Unidos se utilizan o está permitido el uso de más de 900 pesticidas sintéticos, y que incluso los agricultores orgánicos pueden utilizar hasta 25 productos para controlar las diferentes plagas que atacan los cultivos y plantaciones.
Y también hay que decir que el vinagre puede ser tan efectivo como el bicarbonato, diluyendo una parte de vinagre por tres de agua. No obstante, muchos prefieren no utilizarlo porque puede alterar el sabor de la fruta, y porque a mediano plazo puede ser más costoso.
Otros métodos y recomendaciones
El Centro Nacional de Información de Pesticidas (NCPI, por sus siglas en inglés), recomienda utilizar el agua corriente en vez de colocar las frutas en cuencos, pues se considera un método más efectivo para retirar los químicos, y utilizar un cepillo en algunos casos. También señalan que, al menos en Estados Unidos, las frutas y verduras llegan a los mercados con porcentajes de pesticidas que están muy por debajo de los que se consideran peligrosos.
En la página web de la NCPI afirman que: “Pelar o cepillar alimentos como las patatas con un cepillo de cerdas o hebras firmes, o frotar frutas suaves como los duraznos (los melocotones) bajo agua corriente es la mejor manera de eliminar estos residuos”.
