El café es mucho más que una simple bebida. Forma parte de las costumbres sociales de las personas y de los países. Permite empezar el día con vitalidad. Reconforta cuando se lo bebe en una pausa durante la jornada laboral. Además, es una excusa para el encuentro y para esas conversaciones siempre postergadas. Sin embargo, hay un importante sector de la población que prefiere beber té verde.
Así como el café se asocia a la energía y a la actividad, el té sugiere la calma y la relajación. Aunque también tiene cafeína, un estimulante, el té tiene un efecto más suave que el café. Cada persona tiene sus preferencias, exclusivas por una u otra bebida, o integradoras de las dos.
El consumo de té crece en el mundo
La globalización y los encuentros de culturas han provocado una expansión del consumo de té. Históricamente, en Asia es una parte integral de la vida cotidiana. En occidente también es parte de algunas tradiciones, como el five o’clock tea, costumbre de origen real en Inglaterra.
Lo cierto es que el té se ha extendido por todo el mundo. Una de las opciones de té qué más fama tiene en estos tiempos es el té verde. Hay quienes lo han investigado y han descubierto en este tipo de té un valor especial para el bienestar y la salud.
Otras personas simplemente lo han adoptado porque es tendencia, para estar en sintonía con la moda. Y también están los desconfiados que han decidido comprobar con su propia experiencia si realmente el té verde es tan bueno como lo indica su fama.
La experiencia de Alexa Mellardo
La escritora y creadora de contenido, Alexa Mellardo, decidió experimentar con el té verde. Ella se autodefinía como «una mezcla de café y té». En su experiencia, suspendió el café y bebió una taza de té verde por la mañana y otra a primera hora de la tarde. Y así lo hizo durante 30 días.
¿Cuáles fueron los descubrimientos del efecto del té verde de Alexa Mellardo?
Hasta ese momento, el café por la mañana era imprescindible para ella. Sentía que ese café la despertaba y la ponía en condiciones para emprender el día. Sin embargo, cuando sustituyó el café por el té verde notó que se sentía menos ansiosa y estresada. Todo lo realizada con una actitud más relajada y fresca.
La consecuencia de este efecto relajante fue que llegaba a fin del día agotada. No tenía tanta energía como cuando bebía café. Este era el efecto del contenido de cafeína del té verde, que es aproximadamente la mitad que el del café.
Por tanto, Alexa pensó que si aumentaba la cantidad de té verde en el día aumentaría la cafeína y, por tanto, su energía. Así que, en lugar de dos tazas diarias, comenzó a beber tres. Y para su sorpresa este cambio le funcionó a las mil maravillas.
Otro efecto que Alexa atribuyó al té verde es que le ayudaba a concentrarse más y pensar mejor. Amy Goodson, dietista registrada y especialista en detética deportiva, explicó que el té verde tiene efectos positivos en la función cognitiva.
Progresivamente fueron aliviándose sus problemas estomacales. El té verde resultó ser una bebida que aliviaba su estómago y equilibraba sus problemas intestinales.
Otros beneficios del té verde reconocido por científicos
A estos beneficios de Alexa experimentó en su período de prueba del té verde, se suman otros que la ciencia le ha atribuido a este té.
Los polifenoles que esta bebida contiene son poderosos antioxidantes, que reducen el ritmo del envejecimiento y las inflamaciones. Además, está comprobado que ayuda a perder peso, pues estimula el metabolismo y aumenta la quema de grasas.
Es claro que cada efecto del té verde descripto por Alexa Mellardo es corroborado por los especialistas. No quedan dudas de que, en cuanto a beneficios para el organismo, el té verde aventaja al café.